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Ramon Sinkeldam © Giant-Alpecin
Ya está en casa. Después de haber sido dado de alta hospitalaria en el día de ayer, Ramon Sinkeldam, uno de los seis corredores del Giant-Alpecin que se vieron involucrados el pasado sábado en el terrible accidente que sacudió los cimientos del ciclismo, ha hablado por primera vez con la prensa sobre lo ocurrido. Lo ha hecho con declaraciones a la cadena holandesa NOS y su relato de los hechos, aunque ya se conozcan casi todos los detalles, no deja de ser escalofriante.
“Quizás tenga suerte de no haber vivido todo aquello estando consciente”, reconoce Sinkeldam todavía con un nudo en el estómago. El corredor holandés ha sido dado de alta hospitalaria con diferentes lesiones en la rodilla y el mentón y hoy mismo volverá a someterse a distintas pruebas para comprobar si existe alguna fractura no detectada en el hombro o en la mandíbula. Pese a todo ello, el ciclista de 26 años asegura que “en términos generales, las cosas van bien, aunque es cierto que todo el cuerpo se resiente de un golpe tan fuerte”.
Preguntado sobre las circunstancias del accidente, Sinkeldam cuenta que “recuerdo que el grupo entró en pánico y que vimos un coche que venía directamente hacia nosotros”. A partir de ese momento, según los recuerdos de Sinkeldam, “hubo muchos llantos y, tras eso, no recuerdo nada por un buen rato. Lo más fuerte es hablar con el resto de la gente que ha pasado por lo mismo. Son momentos muy emocionales. Seguramente tenga suerte de no haber vivido todo aquello estando consciente y, por lo tanto, no haber visto a los demás allí tirados. Porque, si miras la imagen de ese campo de batalla y ves allí tirados a seis personas de tu equipo, tus compañeros, tu familia… eso te afecta mucho. Por suerte, y esto es lo importante, todos estamos fuera de peligro”.
