Sosenka: el récordman de la hora menos valorado

Ondrej Sosenka antes de comenzar el intento © sosenka.cz

TrackPiste / Ciclo 21

Sosen¿qué? Seguro que muchos aficionados profirieron exclamaciones parecidas cuando el 19 de julio de 2005, Ondrej Sosenka batía sorprendentemente el récord de la hora logrado por Chris Boardman cinco años antes, con ocasión de los Mundiales del 2000. Y el propio británico fue uno de los más críticos: “Me sorprende que un ciclista casi desconocido sea capaz de batir este récord”, dijo cuando recibió la noticia.

En el velódromo Krylatskoye​ de Moscú, el ciclista checo, de 29 años, rodaba 259 metros más que el británico, recorriendo 49,700 kilómetros. Y ahí radicaba la primera sorpresa, la de mejorar un récord bastante complicado de superar debido a las restrictivas normas de la UCI que obligaban a afrontarlo con una bicicleta absolutamente normal, después de una década de revoluciones tecnológicas y posiciones extremas, incluso rocambolescas. 

La segunda, el desconocimiento de las características de excelente rodador de Sosenka, un gigante de 1,97 de estatura. Pero en aquellos momentos, era profesional con el equipo italiano Acqua e Sapone y ese mismo año había triunfado en la etapa contrarreloj del Tour de Bélgica, contando también en su palmarés con la general de la Vuelta a Polonia en 2001 y 2004, del Tour de Eslovaquia 1999, de la Carrera de la Paz 2002 o tres veces del Tour de Bohemia. Sus valores tampoco engañaban: 90 ml/min/kg y una capacidad pulmonar de 8 litros.

En cuanto a su actuación, fue más rápido que Boardman desde el primer kilómetro (1:15.01 a 1:17.891). A los cinco kilómetros ya llevaba una ventaja de tres segundos, de siete en el km. 25 y de dieciocho en el 40. Y esa fue la clave, según reconocía el checo, estar informado en todo momento de las diferencias… y mantenerse por delante desde el principio, ya que, en caso contrario, habría renunciado a su intento. Solamente en la parte final se redujo la diferencia, aunque pudo mantener la ventaja para convertirse en el nuevo e inesperado plusmarquista.

Sosenka usó un desarrollo de 54 x 13, con bielas de 190 mm y un peso total para su bicicleta de 9,8 kilos, donde se destacaba una rueda de más de tres kilos que le dejó Francesco Moser, entonces patrocinador del equipo del corredor. Una rueda evidentemente demasiado pesada, pero que tenía la ventaja de la inercia. Por cierto, el trentino le recomendó afrontar su tentativa en un velódromo como el de Stuttgart, que conocía bien, antes que el moscovita, con unas curvas mucho más amplias, algo que no le convenció al checo y molestó bastante al italiano. Eso sí, con un manillar más bajo de lo habitual, aunque perfectamente reglamentario, que le daba una mínima ventaja en términos de aerodinámica.

Lo que realmente devaluó el mérito del checo fue el positivo con metanfetamina en agosto de 2008, que provocó su retirada a los 33 años y que puso en duda toda su carrera profesional, incluyendo por supuesto el récord de la hora. Además, pocos años después, la UCI flexibilizó las normas de las bicicletas permitidas para el récord y sin llegar a las extravagancias del siglo pasado, permitió básicamente las máquinas que se usaban ya para cualquier contrarreloj, para cualquier persecución. En apenas nueve meses, Jens Voigt, Matthias Brandle, Rohan Dennis, Alex Dowset y Bradley Wiggins batieron sucesivamente el récord de la hora, lo llevaron hasta 54.526 metros e hicieron olvidar lo que supuso Sosenka en su momento.

El checo, curiosamente, quiso rehabilitarse con una nueva tentativa, dentro de un proyecto llamado ‘Diez años después’, previsto precisamente para julio de 2015, que quedó en agua de borrajas.

PD: Curiosamente el menos valorado de los récords es posiblemente uno de los más interesantemente documentados, gracias a la web del propio ciclista que, aunque no está actualizada, tiene numerosas informaciones sobre su récord y otras tentativas.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*