Aparte del archiconocido Albert Torres –y único representante de la selección española junto a Sebastián Mora-, Baleares tendrá otros dos representantes en el velódromo olímpico de Izu este próximo verano.
Por un lado, Felix English, ya asentado en Mallorca desde hace varios años, y que debe ser uno de los componentes de la selección irlandesa; por otro, una recién llegada como Anita Yvonne Stenberg, una noruega afincada en la isla desde 2020, concretamente en Sencelles, y que el pasado 28 de febrero protagonizaba una curiosa anécdota: proclamarse campeona de ómnium de Noruega en el Velodrom Illes Balears, un evento preparado específicamente para ella, como única participante, para poder sumar los 100 puntos necesarios que la permitan tener presencia este año en el Mundial.
Pero antes de eso, la noruega de 28 años, de Drammen, cumplirá su sueño de estar en los Juegos Olímpicos, como única representante en la pista de su país, en la prueba del ómnium. No es una de las grandes favoritas, y eso puede beneficiarle si hay marcaje entre éstas, ya que es una corredora capaz de luchar por las primeras posiciones –en el Mundial de Berlín fue bronce en la puntuación- si tiene la suerte de cara. Por ello, para prepararse, eligió las Baleares.
“Tenía muchas ganas de entrenarme en Mallorca, y este verano, afortunadamente, pasó de sueño a realidad. Es una pista increíblemente buena. Aquí tengo lo que necesito para desarrollarme como corredora. Es simplemente un paraíso para los ciclistas. Ha sido un paso importante en mi carrera ciclista”, contaba recientemente en una amplia entrevista en Oest. Antes de Mallorca, había estado viviendo y entrenando en Dinamarca, donde también estudió Fisiología de Nutrición Clínica, “pero mi desarrollo no fue lo suficientemente bueno y es importante para mí saber que he hecho todo lo posible antes de los Juegos Olímpicos”.
Como niña, probó especialidades deportivas muy diferentes, como la natación, el kickboxing, la gimnasia y la carrera, hasta que en 2008 conoció el ciclismo. Primero el BTT, luego la carretera y finalmente la pista, desde 2012. “Encontré mi deporte. El ciclismo en pista se adaptaba perfectamente a mí, con un enfoque explosivo”.
En la entrevista destaca la importancia que tiene el ciclismo para ella. “¡Se ha convertido en mi vida! Simplemente me hace crecer como persona, y estoy increíblemente agradecida por todo lo que he experimentado a través del ciclismo. Y no menos importante la gente que he conocido en el camino. Entreno unas 20-30 horas a la semana, por lo que está claro que será un estilo de vida”. En cuanto a su rutina “el día siempre empieza antes de las siete. Luego llevo el coche a la pista para mi primera sesión, que suele durar entre 2 y 3 horas. Intento relajarme un poco antes de que llegue el momento de otra ronda de entrenamiento por la tarde. Puede ser cualquier cosa, desde entrenamiento de fuerza hasta un paseo relajado en la bicicleta de carretera. Además, siempre me aseguro de estirarme un poco o hacer yoga por la noche”.
Reconoce que el tiempo que pasa con sus amigos noruegos y su familia es limitado, “pero es importante para mí llamarlo prioridades, no sacrificios. Ha habido elecciones conscientes para lograr mis objetivos”, a la vez que destaca que como consecuencia del Covid-19 su vida ha dado un giro completo. “Habíamos planificado mi año, con todos los viajes y competiciones en las que iba a participar. Mi vida cotidiana estaba patas arriba. Estoy acostumbrada a viajar 200 días al año, y de repente estar en el mismo lugar durante más de un mes resulta extraño para alguien que suele vivir en una maleta”, aunque destaca la importancia que ha tenido de estar en Mallorca para poder entrenar. “Pero no es solo el entrenamiento físico lo que debe realizarse antes de algo tan grande como los Juegos Olímpicos. El entrenamiento mental también es importante en la batalla por una medalla”.
En Mallorca, cuenta bastante ayuda de los pistards locales. «Suelo entrenar con Llorenç Tomás, y con Marga López cuando está en casa, aparte de los corredores irlandeses, aunque debido a las restricciones con los grupos, es difícil poder reunirse». También destaca a «David Montserrat y Angels (Alfara), que me han ayudado desde que llegué. Y por supuesto a David Muntaner, que siempre me presta el scooter para entrenar en el velódromo, aunque lo conduce mi entrenador, que también está aquí».
Tokio serán los primeros Juegos Olímpicos para la ‘mallorquina’, pero el sueño no se detiene, ya que espera poder participar en los de 2024 e incluso en los de 2028. “Nunca pensé que a los 28 años tendría la oportunidad de competir por una medalla en los Juegos Olímpicos. Gané una medalla en el Mundial de Berlín y me hizo creer que todo es posible. También la medalla olímpica”.
Y para ello cuenta con el apoyo del Comité Olímpico Noruego y de su Federación, y de un patrocinador como Sparebanken Øst, un importante banco noruego cuya sede central está en Dramenn. “El apoyo de Sparebanken Øst significa una cantidad increíble. El hecho de que esté involucrado en esa medida me da mucha confianza, además de tranquilidad financiera. Puedo concentrarme en el ciclismo, simplemente. ¡Es un deporte caro! Todo, desde equipos, viajes y hoteles, cuesta mucho dinero. Todavía recuerdo la primera bicicleta que compré. Trabajé todo un verano en Skoger Dyrehotell para poder permitirme comprar mi primera bicicleta. Además, siempre he trabajado mucho para conseguir patrocinios y descuentos para poder hacer el deporte que amo”.