Superprestigio CX: Van Aert, triunfo y liderato

Van Aert en el podio de Boom / © Crelan-Charles

Las pruebas anteriores

Gieten: Mathieu ya es el mejor Van der Poel

Zonhoven: Van der Poel, indomable

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Wout Van Aert (Crelan-Charles) consiguió, por fin, inaugurar su palmarés de 2017 el pasado jueves en Ardooie. Allí, en el Kermiscross, el de Herentals puso fin a una sequía excesivamente prolongada, pero, como muchos se han encargado de avisarle desde entonces, lo hizo con la ausencia de Mathieu van der Poel (Beobank-Corendon), que ante lo apretado de la agenda del fin de semana, con las pruebas de Boom y Koksijde por delante, prefirió descansar entre semana. Todos estos ingredientes hacían que la prueba de hoy, la tercera puntuable del Superprestigio, fuese esperada como la primera gran batalla entre los dos grandes nombres del ciclocross internacional en lo que llevamos de año.

Ni Van Aert ni Van der Poel quisieron defraudar las altísimas expectativas de los aficionados. El campeón del mundo intentó abrir hueco desde el primer momento, pero el holandés se soldó a su rueda y, junto a ellos, esta vez fue Kevin Pauwels (Marlux-Napoleon Games) el que se sumó a la fiesta durante esos primeros compases de la carrera.

Van Aert, se mostró como el más activo del trío en la segunda vuelta. El empuje del campeón del mundo hizo sufrir a Pauwels, pero Van der Poel, como hace ya dos semanas en Ronse, decidió mantenerse a rueda sin colaborar con su archirrival para descolgar al tercero en discordia. Esta actitud desanimó a Van Aert, sabedor que iba a pagar ese derroche de energía en la parte final, y ya en el segundo paso por meta permitió que el grupo en el que viajaban, entre otros, Laursen Sweeck (Era-Circus), Quinten Hermans (Telenet-Fidea Lions), Toon Aerts (Telenet-Fidea Lions) o Jens Adams (Pauwels Sauzen-Vastgodservice) se les echara encima.

Una vez reagrupados, sucedió la siempre previsible situación imprevisible de este deporte: Mathieu van der Poel se iba al suelo y perdía contacto con el grupo de cabeza. El holandés se dolía de las costillas, pero seguía rodando, ya sin opciones, muy retrasado mientras que por delante, tras unos momentos de mucha tensión y dudas, Quinten Hermans y Wout Van Aert se lanzaban al ataque y encabezaban la carrera en el tercer paso por meta.

El campeón del mundo arrancó ya en plena cuarta vuelta. Vio su ventana de oportunidad y no quiso dejar escapar la presa más grande que ha tenido a su alcance este año. Hermans nada pudo hacer cuando Van Aert se lanzó al ataque y acabó siendo alcanzado por Adams y Sweeck. Mientras, mucho más atrás, Van der Poel peleaba por reencontrarse con las buenas sensaciones mostradas en las primeras vueltas y no perder el top 10 pensando, evidentemente, la general de la challenge.

Mientras que Van Aert disfrutaba, por fin, de uno de esos monólogos que tanto gustan a quienes lo protagonizan y tan dañinos son para el espectáculo, Laurens Sweeck ponía tierra de por medio en el grupo perseguidor para intentar asegurarse la segunda plaza y, quién sabe, aspirar a algo más si, como le sucedía minutos antes a Van der Poel, el campeón del mundo sufría algún percance.

Hermans, por su parte, comenzaba a evidenciar que había gastado demasiadas fuerzas en la parte inicial de una prueba que los árbitros determinaron que se iría hasta las nueve vueltas. A estas alturas, apenas rebasado el ecuador del asunto, el joven belga no sólo no podía seguir a Sweeck sino que veía que su caminar junto a Adams no era lo suficientemente rápido para mantener lejos a su compañero Lars van der Haar.

De hecho, fue Adams el que, poco antes de comenzar con la antepenúltima vuelta, aceleró para asegurarse el bronce. Mientras, Van der Poel seguía mejorando posiciones y escalaba, en ese mismo momento, hasta la sexta posición. Mientras el holandés, tocado tras esa caída, se vaciaba en una especie de contrarreloj en busca de la mayor cantidad de puntos posible, todo el mundo se preguntaba (y lo sigue haciendo tras el final de la prueba) si Van Aert podría haber aguantado el pulso a la mejor versión del holandés.

Lo cierto es que la actuaciónd el campeón del mundo no deja dudas de que su estado de forma sigue mejorando por momentos, pero la ausencia de Van der Poel en Ardooie y su caída de hoy nos dejan sin elementos de juicio para comparar las capacidades de ambos hombres en un verdadero uno contra uno, aunque la gran remontada protagonizada por el holandés inclinan, en un ejercicio de ciclismo-ficción, la balanza ligeramente de su lado.

Pero las desgracias nunca llegan solas y cuando a falta de menos de dos vueltas para la línea de meta Van der Poel estaba a punto de meterse en puestos de podio, el campeón de Países Bajos sufrió una avería mecánica que le hizo perder un tiempo precioso y le dejó, de nuevo, sin opción aparente a seguir adelante con su remontada.

Pero no, cuando hablamos de Van der Poel la palabra imposible debe de quedar desterrada del vocabulario. Volvió a saltar el holandés sobre su bicicleta y se empeñó, una vez más, en remontar posiciones. Dio alcance a Hermans, del que no tardó en dar cuenta y poner a Adams en su punto de mira. Una vez a la rueda del hombre de Vastgoedservice, Van der Poel se tomó un breve y pequeño respiro antes de iniciar el salto hacia Van der Haar, que rodaba en ese momento en tercera posición.

Pero ese último esfuerzo fue imposible. Van Aert entró, brazos en alto, en la línea de meta seguido de lejos de un Sweeck que presionó todo lo que pudo y de un Lars van der Haar que resultó, finalmente, el gran beneficiado de esa avería final de su compatriota, que terminó cuarto a sólo 12 segundos del podio. Al quedarse fuera del mismo, Van derl Poel ha visto como Van Aert le ha superado en la general y es el nuevo líder del Superprestigio.

El ganador de la carrera aseguraba que, pese a haber corrido en solitario la mayor parte de la misma, “he tenido que darlo todo. Era un circuito en el que había que ir muy concentrado para no cometer ningún error”.

Sobre el momento decisivo de la carrera, Van Aert explicaba que “justo en ese momento me había abierto un poco para sonarme la nariz y escuché que alguien había golpeado una valla justo detrás de mí. Al salir de la curva me di cuenta que había sido Van der Poel. Si eso pasa, tienes que ser rápido y aprovechar la oportunidad, así que ataqué sin pensar mucho en la táctica que debía seguir. No pensé en irme solo o en que me siguiese Sweeck. Sólo sabía que había que acelerar”. Pese a todo, reconocía que “para la carrera es una pena que las cosas se decidan tan pronto, pero ganar siempre es bonito y estoy muy satisfecho con la carrera”.

Tras su triunfo en Ardooie, Van Aert parece haber terminado con su sequía de triunfos y se mostraba muy satisfecho por poder “celebrar la segunda victoria en tres días. Después de un inicio de temporada como el que he tenido, es el premio a la paciencia”.

Van Aert avanza que “mañana pelearé por otro triunfo, pero llevo dos crosses muy duros y ahora va a ser muy importante la recuperación”.

Por su parte, Mathieu van der Poel reconocía que “me duele el hombro, que es donde me he dado el golpe. No sé muy bien qué pasó. Iba a rueda de Wout y, de repente, me di el golpe contra el hombro y estaba en el suelo” y recordaba que “el año pasado me caí aquí también. Es una pena”.

Tras esa caída, el campeón de Países Bajos reconocía que “las dos primeras vueltas me molestaba mucho el hombro. Tenía problemas incluso para para sujetar el manillar, pero sabía que tenía que correr por los puntos de cara a la general. Es difícil aspirar al triunfo final si eres 13º en una carrera”.

Recuperadas las sensaciones, “de repente me vi peleando por el 3º” y fue entonces “cuando sufrí la segunda avería. Me enfadé muchísimo”, reconocía Van der Poel, que se tendió, agostado, en el suelo nada más cruzar la línea de meta. “Creo que no he llegado a meta tan cansado en ninguna carrera anterior en esta temporada” y reconocía que “cuando se salió la cadena tenía ganas de tirar la bicicleta, pero he pensado rápido en los puntos. Igual esto hace la diferencia al final”.

Hattrick de Kapthijns

Maud Kaptheijns en una imagen de archivo / © Belga

Sigue invicta la holandesa Maud Kaptheijns en el Superprestigio después de que hoy se impusiera al sprint a la campeona del mundo Sanne Cant en el circuito de Boom, una cita que en sólo tres años se ha ganado un sitio en el calendario más elitista de la especialidad invernal del ciclismo.

La prueba ha llegado precedida de cierta polémica por la decisión de los organizadores de rebajar la altura de las tablas a 25 centímetros frente a los 35-40 centímetros de la categoría masculina. Una polémica que, finalmente, se quedó en nada porque la mayoría de las competidoras se han mostrado a favor de una medida que, efectivamente, está animando a las corredoras a realizar entrenamientos específicos para, como los hombres, ser capaces de pasar estos obstáculos sin bajar de la bicicleta.

Sea como fuere, la carrera estuvo protagonizada, en primera estancia, por Annemarie Worst, que fue la primera en intentar poner tierra de por medio, aunque con Kaptheijns siguiéndola muy de cerca, que acabó por darle caza en la tercera vuelta al circuito de Boom, ya en la compañía de Cant y Van Loy.

Van Loy fue la siguiente en probar suerte, pero su cambio de ritmo no hizo excesivo daño y Cant se encargó de llamarla de nuevo al orden. Precisamente, fue la veterana belga de Telenet-Fidea la que tuvo que ver cómo sus tres rivales se marchaban por delante para disputar el triunfo final, que acabó decidiéndose en el sprint a favor de Kaptheijns por delante de Cant mientras que Worst se tuvo que conformar con completar el podio.

Pidcock ya gana en Sub23

Pidcock estrenó en Boom su palmarés como sub23 / © Superprestige

Tras un más que merecido descanso tras una temporada de ruta en la que, entre otras, ha sumado las victorias de la París-Roubaix júnior y el mundial CRI de la categoría, el británico Tom Pidcock (Telenet-Fidea), el imberbe talento al que nadie es capaz de adivinarle el techo de progresión que atesoran sus piernas, ha conseguido su primer triunfo como Sub23 sólo una semana después de quedarse a las puertas del podio en De Kuil.

Pidcock decidió plantear una carrera táctica. Ya desde el primer momento dejó claro que no estaba dispuesto a ser un mero comparsa y, pese a ese hándicap que para él supone su posición en la parrilla de salida, ya fue parte integrante del primer movimiento importante de la prueba.

Junto a Pidcock se marcharon Vandenbosch, Toupalik, Wouters, Schuermans y Jacobs, aunque el británico, como decíamos, no se entregó en exceso, guardando fuerzas para más adelante. Pese a ello, aguantó bien un ritmo con el que no pudieron Jacobs, Vandenbosch y Schuermans.

Fue en la penúltima vuelta cuando Pidcock decidió que había llegado el momento para probarse de verdad. Lanzó un fortísimo ataque al que ninguno de sus dos rivales pudo responder. Toupalik lo intentó, pero su esfuerzo no fue suficiente para cerrar el hueco y acabó conformándose con la segunda posición, mientras que el podio lo completó Wouters.

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE MASCULINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA ELITE FEMENINA

CLASIFICACIÓN PRUEBA SUB 23

CLASIFICACIÓN PRUEBA JÚNIOR