Quedan exactamente 364 días para que el deporte en general y el ciclismo en particular vivan uno de los momentos más importantes de su historia reciente. Para que el ciclocross despida, de forma definitiva, a su gran referente durante las últimas dos décadas. Para que el hombre que profesionalizó de manera definitiva y sin vuelta atrás esta especialidad, diga adiós. El día 5 de marzo de 2016, el Palacio de los Deportes de Amberes (Sportpaleis) vestirá sus mejores galas en una noche que, sin duda, será memorable. Ese día, se celebrará bajo el lema ‘Merci Sven!’, la gran fiesta de despedida de Sven Nys. Los detalles concretos, por supuesto, no se conocen todavía, pero sí se ha adelantado que se contará con la presencia de grandes personalidades del mundo de la música, la cultura y, por supuesto, del deporte.
Todo lo que rodea al Caníbal de Baal toma ahora un aura muy especial. Con un fuerte olor a despedida. Aunque todavía tiene que afrontar una temporada completa, la nostalgia comienza a ser el sentimiento predominante y parece que el propio Sven Nys ha dado un paso importante en este sentido. Ayer mismo fue uno de los protagonistas del programa Telefacts de VTM (a partir del minuto 23:00). Un espacio en el que tuvimos la oportunidad de conocer mucho mejor a un Nys que, por ejemplo, al hablar de su matrimonio lo hacía con lágrimas en los ojos. “Habría sido bonito [disfrutar de algunos de los momentos de este último año] todos juntos”, dice en un momento dado.
Tras finalizar la campaña, Sven Nys partió hacia Suiza para disfrutar de unas cortas vacaciones practicando otra de sus pasiones: el esquí. Lo hizo junto a su hijo Thibaut y, durante dos días enteros, acompañado de un equipo del canal belga. Caminando junto a su mejor amigo, Sven Vanthourenhout y mirando siempre con una sonrisa en el rostro, el reportaje comienza con un Nys que asegura que estas vacaciones “siempre vienen bien. Un grupo de chicos hablando de nuestras cosas. Ha sido un invierno con muchas cosas que contar y en el que han pasado muchas cosas”.
Descubrimos en el reportaje al hombre que se esconde detrás del corredor. Un hombre que, aunque es conocido por su dedicación plena al ciclismo, tiene muy claras sus prioridades vitales y, por encima de cualquier otra cosa, su principal dedicación es su hijo Thibaut Nys. “Tú eres lo mejor que puedo cocinar”, le dice cuando sus amigos aseguran que cuando salen juntos de viaje es el Caníbal el que se encarga de los fogones.
“He aprendido mucho en el último medio año”, reconoce Nys en relación a las tareas domésticas después de haber tenido que afrontar su separación de su mujer, si bien ese comentario transmite algo más. Algo más profundo. Se confirma esa impresión cuando es interrogado sobre su última campaña. “No creo que haya sido una temporada perdida. He aprendido muchísimo de esta nueva situación. Soy una persona a la que le gusta ser siempre el mejor y ganar siempre carreras y eso lleva dos o tres meses sin suceder, pero eso no es una vergüenza”, analiza un Nys que no sabe lo que es pisar lo más alto del podio (y sólo otros dos terceros puestos) desde que venciera en el Jaarmarktcross de Niel.
En estos meses, “he aprendido a ver cómo la gente se comporta contigo. A cómo eres capaz de lidiar con el fracaso. Con las críticas, que ha sido algo que he recibido mucho más que antes. He podido comprobar qué personas siguen junto a ti y a quién se le ha caído la máscara”, reflexiona Nys.
Ante una suculenta mesa de desayuno, descubrimos uno de los secretos de Sven Nys. Conocido por su forma de vida monacal, admite que en vacaciones se relaja un poco con la dieta aunque “no mucho, porque cuando estás en un periodo en el que no haces nada y te dejar llevar, es muy fácil ganar peso. Yo soy más una persona que se permite los caprichos durante las dos últimas semanas de la temporada, porque todavía estás activo y no es tan fácil ganar peso”.
Nos encontramos ante un Nys que se muestra como una persona relativamente coqueta y que lo pasó mal cuando la alopecia se convirtió en algo evidente. “Al principio sí me molestó. La primera vez que me rapé la cabeza. Durante un tiempo dejas que el pelo crezca un poco más y te lo peinas de alguna manera que tape más, pero en un momento dado dices ¡ya está bien! y te lo rapas. Ese día mi madre se emocionó porque daba la impresión de que estaba enfermo y me pidió que no lo volviera a hacer nunca más”.
Pero, a nivel estético, el mayor miedo de Sven Nys es otro: engordar. “Es común que cuando un deportista deja la competición engorde rápidamente y a eso le tengo miedo. Para mí es un tema delicado. Muchos deportistas tienen el miedo a qué van a hacer después de parar. A encontrar un trabajo. Ese no es mi caso. Le tengo miedo a la ‘bajada’. A no seguir estando en forma. A no caber en mis pantalones vaqueros. ¡Eso no quiero vivirlo! No concibo que puedas dejarte perder”.
Nys reconoce que los momentos más duros del último año han llegado de la mano de la prensa. “No de la prensa deportiva, que se ha mostrado muy respetuosa, sino de la sensacionalista. Nunca he concedido una entrevista o me he llegado a poner al teléfono para alguno de esos medios [revistas del corazón], pero cada semana salían historias sobre mí” y eso, reconoce, llegó a hacerle daño. Hubo un momento, sin embargo, en el que Nys sí dio una respuesta y fue cuando se insinuó que era homosexual. “El motivo principal por el que decidí hacerlo, además de por la acumulación de noticias, fue porque fue un periodista deportivo que conocía desde hace mucho tiempo el que me preguntó directamente por el tema”, asegura el Caníbal de Baal. “No creo que sea un motivo de vergüenza si así fuese [tener una relación homosexual]. Tengo respeto por todo el mundo, pero fue un intento de ‘voy a contestar una vez, así igual las cosas se detienen’, pero sólo conseguí empeorar la situación”.
Pero el momento más emocional de la entrevista llega cuando habla de su matrimonio fallido con Isabelle, que el pasado año decidió abandonarle por otro hombre, una situación que, de alguna manera, catapultó a Nys a ser carne de cañón para la prensa sensacionalista. “Para mí es algo muy importante tener una mujer en mi vida, pero creo que también es importante tener un tiempo de ‘descanso’ para poder pensar y entender las cosas. A largo plazo, es algo que te va a hacer más fuerte. Empezar una nueva relación de forma inmediata no sé si es una garantía de éxito”. Preguntado por la periodista si tras su separación ha habido momentos en los que se ha sentido solo afirma que “ha habido momentos en los que sí piensas ¡lástima!… porque hemos tenido muchos años muy bonitos. Hemos crecido juntos y, de repente, tomas esta decisión y sólo puedes intentar sacar lo mejor de la misma. Sí es cierto que hay momentos en los que te dices ¡maldita sea! Habría sido bonito estar todos juntos aquí”.
Llegando ya al final del reportaje, Sven Nys es interrogado sobre esa sensación que se ha asentado entre los aficionados de que es un tipo que apenas tiene amigos y que se ha dedicado tanto a su deporte que no sabe divertirse. “Eso no es cierto”, dice el Caníbal. “Ellos [por sus amigos presentes] puedes decírtelo. Hemos hecho muchas cosas, nos lo hemos pasado bien, hemos hecho el tonto… y en Bélgica hay otros diez o así que podrían decir lo mismo”. Uno de sus acompañantes asegura que “el problema radica en que la gente no le conoce bien”, algo a lo que Nys responde rápidamente. “¿Acaso es necesario que todo el mundo me conozca bien? Creo que es la gente con la que me gusta estar los que me tienen que conocer bien. Para mí eso es lo más importante”.
Reconoce Nys que “la separación ha tenido un gran impacto en mi temporada. Hay un momento en el que te das cuenta de que se te viene todo encima y tienes que ocuparte de todo tú solo, seguido de otro momento en el que te niegas a reconocer que no vas a poder hacerlo todo. Además, yo soy muy cabezón en ese sentido y suelo querer tener la menor cantidad de ayuda posible. De repente, te conviertes en padre soltero, en amo de casa, en tu propio contable… y tienes que seguir entrenando y manteniéndote en forma. En ese momento, ya no tienes ni un instante de desanso”.
Volviendo al terreno deportivo y con el foco de la lucha contra del dopaje apuntando al ciclocross, Nys se muestra muy claro al respecto. “Creo que en el ciclocross, como en cualquier otra disciplina deportiva, siempre se hablará de métodos prohibidos. Porque es una actividad que mueve dinero y porque es una actividad en la que se busca el éxito. Sin embargo, en el ciclocross, porque es una especialidad muy técnica y en la que las distancias no son excesivas, se puede hacer perfectamente sin recurrir a métodos prohibidos”. Preguntado al respecto, asegura que “nunca me han ofrecido usar métodos prohibidos. Sin ninguna duda, no me lo han ofrecido nunca. Pienso que si tú no lo pides nadie te lo ofrece”.
“¿Puedes mirarme a los ojos y asegurarme que nunca te has dopado?” le lanza la presentadora. “Puedo hacerlo. Sin lugar a dudas. De verdad. Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido, pero no soy una persona que piense en qué podría alcanzar si tomara esto o aquello. Quiero conseguir lo máximo y mantenerme al máximo nivel por mí mismo”.
Pero si hay alguien que brilla por encima de cualquier otra circunstancia en la vida de Sven Nys, es es su hijo. “Nos llevamos muy bien. Somos muy buenos amigos. Soy consciente de que llegará el momento en el que me dirá ‘oye, papá, déjame hacer las cosas a mi’. Es algo que llegará y que tiene que llegar”. El propio Thibaut reconoce que “es mi ejemplo a seguir. Me gustaría mucho poder hacerlo igual de bien en el ciclismo a como lo ha hecho él. Será muy difícil tener su talento, pero lo voy a intentar”. Sven Nys es muy consciente de que Thibaut siempre tendrá que cargar con la etiqueta de hijo de, pero asegura que “me gusta que quiera andar en bici. Se lo permito con mucha alegría, pero sin ninguna presión. Ya tiene suficiente presión que proviene de otros lugares. Le miran con otros ojos que al resto. Es sólo un niño de 12 años, así que por mi parte sólo recibe muchísimo apoyo, nunca una crítica. En este momento de su vida tiene que poder ser un niño”. Thibaut interrumpe para decir que “quiero mucho a mi padre”. Nys asegura que “es algo que nos decimos mucho. No sé cuánto tiempo durará, pero seguimos dándonos besos. Sigue siendo algo muy real, pero en un momento dado eso dejará de suceder y será un abrazo. Creo que todo es porque soy una persona a la que le gusta demostrar que quiere a alguien. Eso es algo que puede ser visto por los demás”.
De cara a este último invierno 2015/16 todavía tan lejano, Nys asegura que “voy a disfrutarlo, no cabe duda, pero lo voy a hacer dando el máximo y de la manera más profesional. ¿Si voy a poder hacerlo? Claro que sí. Lo he hecho durante los últimos 15 años, así que no hay motivo para pensar que por ser el último, no vaya a poder hacerlo ahora. Además, me decepcionaría a mi mismo si no diera el máximo sólo porque sea mi último año”.