Una de las gratas sorpresas de estos días de competiciones en Galapagar es haber coincidido con Carlos Castaño en el velódromo Tasio Greciano. “Estoy bastante desconectado de la pista, pero me dijo Begoña -la seleccionadora madrileña de ciclismo adaptado- que le echase una mano estos días y aquí estoy”. Y claro, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar con ‘Charly’, uno de los pocos medallistas olímpicos españoles y que, además, fue durante más de un lustro técnico de la Federación Madrileña.
-¿Cómo se inició en la pista?
-Comencé como infantil de segundo año, en Sanse -San Sebastián de los Reyes-, donde tradicionalmente siempre se ha entrenado bastante en el velódromo. A partir de ahí, comencé a alternar carretera y pista, compitiendo en la Liga de Pista que había entonces en Madrid, y cada vez te picaban más, hasta que Cabrero, que era el técnico de Madrid entonces, me llevó a unos Campeonatos de España.
-¿Cuál es su experiencia como ciclista?
-Cuando llegué a amateur, me centré más en la carretera, pensando en dar el salto a profesional. Con 23 años iba a pasar a un equipo portugués, pero cuando fui a firmar, no me gustaron las condiciones y no firmé. Fue entonces cuando me llamó Jaume Mas y me presentó un proyecto sólido para la cuarteta, que me interesó mucho. Se me cayó el castillo de pasar a profesionales, porque yo mismo cerré la puerta, pero se me abrió la ventana de estar en la pista en el ciclo olímpico de Atenas, que resultó mucho más gratificante. Conseguí pasar a profesional en 2005 con Andalucía y ese año no se medio nada mal, ya que gané dos etapas en Vuelta a Burgos. No quería dejar de lado la pista, pero hubo cambio de técnico en 2006, tuve una serie de problemas y no quise continuar. Estuve como profesional hasta 2010, pero tuve problemas físicos y colgué la bicicleta.
-¿Qué recuerdo le ha marcado más como corredor de pista?
-La experiencia de preparar el Mundial de Australia. Éramos un equipo muy unido, en el que todos sabíamos cuál era nuestro cometido, y teníamos claro que teníamos que trabajar por un bien común, por clasificarnos para los Juegos de Atenas. Sabíamos que teníamos un potencial importante, pero también mucha presión, externa e interna. Teníamos que hacer quintos en Melbourne y conseguimos subir al podio, detrás de Australia y Gran Bretaña. ¿Los Juegos Olímpicos? Una vez que hicimos el buen resultado en Australia, sabíamos que en tan poco tiempo no iba a haber grandes sorpresas, y que íbamos a ser los mismos equipos los que nos jugáramos el podio.
-¿Cómo pasó a ser técnico?
-Me lo propuso Javier Fernández Alba, entonces presidente de la Madrileña y acepté. Estuve desde 2010 hasta 2014, en que lo tuve que dejar porque ya no lo podía compaginar con mi trabajo.
-¿Qué trabajo hizo con la Madrileña?
-Entre con la comisión de pista, y luego llevé féminas, cadetes, juniors, ciclismo adaptado… Es decir, casi todas, menos los sub23 que los llevaba Dani Clavero. Siempre me lo tomé más como un hobby. ¿Complicado? Es cuestión de gestionarse. Una vez que generas un proceso y que es efectivo, sólo tienes que replicarlo. Los entrenamientos te pueden llevar más tiempo, pero los procesos administrativos, que son los que te complican las cosas, se pueden optimizar. Pero la empresa que tengo comenzó a crecer y ya no pude compatibilizarlo.
-¿Qué actividad realiza ahora mismo?
-Tengo una agencia de publicidad, AGY, enfocada al online, al BTL -below the line-. No va nada mal porque este año hemos duplicado la facturación, aunque como vamos por concursos siempre hay más incertidumbre. Pero tenemos clientes muy importantes como Uno de 50, Globalia… ¿Deporte? No ha surgido, pero es un ámbito un poco más complicado.
-¿Cuál era su momento favorito cuando trabajaba como técnico?
-Cuando das instrucciones a un corredor pensando en que alcance su mejor resultado posible, que puede no ser ganar, sino un resultado menos llamativo, por ejemplo, ser tercero. Si le enfocas mal, para ganar, al final no va a hacer siquiera ese tercer puesto que es el que puede aspirar. Por ello es importante que confíen en tu criterio, y en que te hagan caso.
-¿Cuál es su disciplina favorita?
-La persecución, tanto individual como por equipos. La individual es una prueba que, sobre todo, luchas contra ti mismo, física y mentalmente. Y por equipos, hay que luchar por un objetivo común. Cuando estás bien compenetrado y hay buen rollo, como nos pasó, es muy satisfactoria la experiencia.
-¿Qué recuerdo le ha marcado como técnico?
-Los dos títulos que gané, en pista y en carretera, con Miguel Ángel Alcaide, cuando entré como técnico. Era un tío muy llano y que se dejaba aconsejar.
-¿Un corredor o corredora al que haya dirigido y le haya dejado huella?
-Gonzalo Serrano. Es muy humilde como persona, pero tiene unas capacidades muy grandes y lo está demostrando. Como profesional es super serio, un ciclista que se cuida. Y su hermano Javi es igual.
-¿Y un técnico que le haya marcado?
-Jaume Mas. Y no lo digo sólo por el trabajo técnico que realizó, sino por la excelente gestión de personas que hizo. Nos supo conjuntar a todos y convirtió a unos corredores con orígenes muy diferentes en un grupo de amigos. de hecho seguimos manteniendo bastante contacto, con un grupo de whatsApp.
-Y para terminar, ¿qué haría para mejorar la pista?
-Aunque estoy muy desconectado como te decía, es fundamental trabajar con la base. El proyecto de Madrid me gusta mucho, que todas las escuelas se involucren en todas las disciplinas, y que pueden salir corredores para todas las disciplinas. Pero es un trabajo lento, que requiere un proyecto para ocho o doce años, para volver a tener el nivel que se necesita. Y por supuesto, tener continuidad. Una vez que se toma una decisión, la persona que lo dirija tiene que ser consecuente.