Apenas con treinta años y aún con fuerza y ganas para seguir corriendo como lo que siempre ha sido, un notable velocista -seis veces campeón de España absoluto en velocidad por equipos y una más en keirin, entre sus múltiples medallas-, si traemos a esta sección a Sergio Aliaga es por ser uno de los más jóvenes técnicos españoles de pista, al frente de una federación como la navarra que suele producir buenos corredores y que cuenta con uno de los mejores velódromos nacionales. De momento este invierno ha desplegado una amplia actividad, tanto en Anoeta como ahora en Galapagar, donde le encontramos este domingo dirigiendo a sus ciclistas.
-¿Cómo se inició en la pista?
-Empecé bastante tarde, como cadete de segundo año. Saqué licencia de carretera, como hacía todo el mundo, con el Club Ciclista Muskaria, de Tudela, que está cerca de casa. Pero el equipo iba un día a la semana a entrenar al velódromo de Tafalla. Y no sabía que era la pista, pero allí coincidíamos mucha gente, con los del Tafallés, con los de la selección navarra. Me gustó el ambiente, y sobre todo el poder entrenar de noche, que era algo que no puedes hacer en carretera. Pero sobre todo me gustaba más porque mis resultados eran mejores. Ese primer año ya participé en el Campeonato de España en Valladolid.
-¿Cuál es su experiencia como ciclista?
-Como juvenil de primer año ya fui al Europeo, un poco de rebote -pero merecidamente tras ganar dos títulos en el Campeonato de España-, sin plantearme aún que quería correr pista. Los resultados eran buenos, sobre todo en las pruebas de velocidad y por ello me encauzaron como velocista. A partir de ese momento, ya me centré, y he tenido la suerte de estar en cuatro Mundiales, y creo que en cuatro Europeos, así como en muchas Copas del Mundo, entre la selección y el equipo, el Reyno de Navarra.
-¿Qué recuerdo le ha marcado más como corredor de pista?
-Más que un momento personal concreto, para mí lo mejor fue poder vivir la experiencia del centro en Palma, la suerte de poder vivir aquella época. Tener un equipo de gente que se ocupaba de ti en todos los aspectos, y donde podías dedicarte a entrenar y a mejorar. La pena es que duró poco, y los que vinieron detrás han tenido que trabajar de forma muy distintas, pero para nosotros, los que estuvimos allí, nos fue muy bien.
-¿Cómo pasó a ser técnico?
-Empecé a echar una mano el año antes de la pandemia (2019), pero sin dejar de correr, ya que tenía más disponibilidad. Pero en 2020 pasé a ser ya el responsable. ¿Seguir corriendo? De momento no, ya que no tengo mucho tiempo, ya que también le echo una mano a la selección nacional, aunque de cara a los Campeonatos de España en verano, ya veremos cómo me pilla.
-¿Qué trabajo hace con la Navarra?
-Solamente como técnico de pista, para las competiciones y los entrenamientos. Normalmente vamos dos días por semana a Tafalla, pero dependiendo del calendario. Por ejemplo, si los ciclistas tienen competiciones de carretera, a lo mejor lo dejamos en un día.
-Aparte del ciclismo con la Navarra, ¿qué otra actividad hace?
-Estoy echando una mano a la Española, yendo a concentraciones y a competiciones. Oliver fue mi seleccionador, y, además, cuando vivíamos en Mallorca, teníamos bastante relación. Un día me llamó, porque quería contar con los técnicos de las autonómicas. Me pilló un poco de sorpresa, ya que no me lo esperaba, pero acepté rápidamente. Me gusta mucho este mundillo, soy un friki de la pista.
-¿Cuál es su momento favorito cuando trabaja como técnico?
-El mejor momento es cuando un corredor habla contigo fuera de los entrenamientos, fuera de lo que es el mundo de la pista. Cuando te llama para exponerte sus problemas o preguntarte sus dudas. Es cuando tienes esa confianza de la gente, cuando sabes que estás haciendo un buen trabajo.
-¿Cuál es su disciplina favorita?
-La velocidad (una respuesta sin dudar). Para el que lo ve desde fuera, parece una prueba muy simple, con dos corredores en pista hasta que uno gana. Pero verlo dentro es muy diferente, y entender porque un corredor hace lo que hace, pasar adelante, aguantar detrás, pararse… Es todo un arte este enfrentamiento.
-¿Qué recuerdo le ha marcado como técnico?
-El Campeonato de España después de la pandemia. Llevábamos entrenando desde noviembre y teníamos muchas ganas porque era casa. Y se suspendió sin tener ninguna certeza de cuando se podía hacer porque era cuando empezó la pandemia y todo eran dudas. Incluso cuando dieron la autorización para hacerlo en septiembre, hasta una semana antes no se sabía si se podía hacer finalmente, porque los casos se dispararon en Navarra y había gente que lo quería suspender. Pero pudo hacerse bajo medidas muy estrictas y además conseguimos muy buenos resultados. Fue una gran alegría para todos.
-¿Un corredor o corredora al que haya dirigido y le haya dejado huella?
-Llevo muy poco tiempo como técnico para poder dar una respuesta. De hecho, tengo a los mismos corredores con los que empecé. Tendré que esperar unos años para poder decirlo.
-¿Y un técnico que le haya marcado?
-Más que un técnico en concreto, me gustaría contestarte que el grupo de técnicos con el que trabajamos en Mallorca. Estaban Bill Huck, Miguel Torres, Francis Cabello y Jaume Cardona. Como te decía antes, fue una suerte poder vivir aquella época.
-Y para terminar, ¿qué haría para mejorar la pista?
-Hay que crear grupos de trabajo, que los corredores tengan medios, programas, becas… y puedan involucrarse. Pero también los equipos. Estoy seguro de que de esta forma habría más gente interesada por la pista.