Cuatro años han transcurrido desde que el vitoriano salió del anonimato con un tercer puesto en el Giro de Italia de 2015 como gregario de Fabio Aru, segundo aquella edición. Este 2019 puede ser el de su consagración definitiva en el pelotón internacional.
A sus 29 años, Mikel Landa puede estar ante su oportunidad de hacer algo importante en alguna de las grandes. El ciclista vasco encara su segunda campaña con galones en el Movistar Team y será el jefe de filas del equipo español de cara al Giro de Italia, la misma carrera a la que se le atribuye su actuación más destacada hasta la fecha en una prueba de tres semanas. Tocado por el mal fario desde que fichó por la escuadra de Eusebio Unzué, el de Vitoria se fue al suelo en la Challenge Mallorca de 2019, y esa caída se saldó con una fractura de la clavícula derecha y de la apófisis coracoide.
Landa regresó a la actividad en la Milán-San Remo después de un tiempo fuera de la competición, lo cual ha cambiado por completo su preparación inicial de cara al Giro. En cualquier caso, tiene todavía más de un mes por delante para llegar en plena forma a la primera de las grandes del curso y plantar cara a los corredores que parten como los aspirantes al jersey rosa en las apuestas deportivas, como son Tom Dumoulin, Simon Yates y Egan Bernal. El no cargar con la presión de los favoritos puede favorecer a que dé sobre el asfalto lo que se espera de él definitivamente.
Los entendidos confían en él
Las cualidades de Landa para este tipo de pruebas son innegables. No solo lo demostró en aquel Giro que le reportó fama y le abrió en su día las puertas del Sky Team. También conviene resaltar su cuarto puesto en el Tour de Francia de 2017, pese a correr entonces como gregario de Chris Froome, y no se puede pasar por alto que acabó séptimo el año pasado en el Tour como escudero de Nairo Quintana.
Lo cierto es que dos caídas han cortado su progresión en el Movistar porque también se cayó en las vísperas de la última Vuelta a España, cuando parecía que llegaba en la forma idílica para pelear por los primeros puestos de la general. Pese a que el tiempo corre en su contra, los entendidos le ven con opciones de subirse al peldaño más alto del podio en Italia. Es el caso de Ivan Basso. El excorredor italiano, ganador del Giro dos veces, coloca a Landa en el grupo de candidatos a romper los pronósticos que dan a Dumoulin como virtual campeón.
Por circunstancias de diferente índole, Landa todavía no ha encarado una competición de envergadura con todo un equipo arropándole sobre el asfalto. La primera verdadera oportunidad le llegará el próximo 11 de mayo, fecha en que dará comienzo el Giro. Piernas tiene todavía para, al menos, un Giro. ¿Lo conseguirá en este 2019? Talento le sobra para ello.