Niki Terpstra suma 33 años y sigue siendo un corredor de un altísimo nivel y un rendimiento en jornadas de un día que cualquier equipo querría en su plantilla. Por eso el Quick Step ha andado rápido -todo lo rápido que exigen las negociaciones- para cerrar una renovación para 2018 que hace que, una temporada más, el conjunto azul sea uno de los más potentes del panorama pro.
Tiene una Paris-Roubaix, un par de victorias en la Vlaanderen, la general en el BinckBank Tour y Tour De Valonia. Esta temporada, sin embargo, no ha tenido su mejor año, aunque ha estado siempre -o casi- rozando el palo. «Cuando llegué por primera vez al equipo en 2011, estaba muy emocionado y orgulloso de haber firmado con un bloque con una tremenda historia llena de victorias, especialmente en las clásicas, carreras a las que tengo un profundo cariño… Ahora, siete años después, Los sentimientos son iguales, y estoy orgulloso y feliz de quedarme con este increíble equipo, los conozco a todos, me siento como en casa, y esto te da mucha confianza en lo que haces», ha explicado Terpstra en un comunicado de su equipo.
El objetivo actual es acabar la temporada de la mejor manera posible, y sobre todo pensar en la campaña 2018 con otro punto de vista de cara a las clásicas de primavera: «Este año no fue el más afortunado para mí, así que estoy realmente ansioso por compensarlo y conseguir buenos resultados. Mis objetivos de nuevo son las clásicas durante los primeros meses del año. Quiero luchar por las victorias». «Hasta entonces», ha afirmado el corredor, «quiero darlo todo en la parte final de la temporada y obtener algunos buenos resultados». Para Terpstra, «el contrato para el próximo año me da mucha motivación y me permite centrarme al 100% en el ahora».
Por su parte, Patrick Lefevere lo tiene claro, Terpstra es imprescindible: «Estamos encantados de que Niki extienda su contrato con Quick-Step Floors, que ha estado con nosotros siete años, un período en el que consiguió varios éxitos espectaculares, que estamos seguros de que podrá repetir el próximo año. Sólo seis o siete corredores tienen un monumento como la Roubaix a su nombre, por lo que era natural que continuara nuestra unión».