La web de la BBC publicaba unas declaraciones de Stephen Park, director de rendimiento de British Cycling, en el sentido de que el aplazamiento un año de los Juegos Olímpicos de Tokio es una gran oportunidad para aumentar las posibilidades de medalla británicas en 2021. “Tenemos la sensación de que estos doce meses adicionales son justo lo que necesitamos».
El análisis de Park se centra en tres puntos, comenzando por la velocidad por equipos, donde Park alude a unas declaraciones de Kenny en las que dice que “si continuamos progresando durante los próximos doce meses como lo hemos estado haciendo, entonces vamos a estar delante de los neerlandeses». Y aunque es cierto que el trío británico ha mejorado sensiblemente, personalmente pienso que pensar en que pueda superar en un año a los ‘oranje’ y más cuando la diferencia entre ambas selecciones en la final del Mundial fue de 1,2 segundos, es más una ilusión que una realidad. No olvidemos tampoco que Kenny, por muy motivado que pueda estar por convertirse en el ciclista más laureado de la historia del olimpismo tendrá 33 años en Tokio.
«Ed Clancy debía retirarse después del verano, pero también piensa que hay suficiente tiempo para hacer el trabajo requerido en la persecución por equipos«, continúa Park, sin aludir en este caso ni los puestos del último Mundial -séptimo en la clasificatoria, quintos al final- ni los registros -siguen si poder bajar de 3:50, cuando Dinamarca hizo 3:44 y Nueva Zelanda, Italia y Australia están por debajo de 3:49- son las mejores referencias para pensar en un podio en Tokio.
El año extra también le dará a Laura Kenny la oportunidad de recuperarse adecuadamente de las lesiones que sufrió antes del Mundial. «Laura es una de las mejores, si no la mejor del mundo. Ahora siente que puede darle a su cuerpo la oportunidad de recuperarse y estar en su mejor momento en 2021». En este caso, la cuarteta británica no tiene mayores problemas que el nivel de sus rivales, sobre todo Estados Unidos, aunque el puzle británico de quién hará cada prueba de fondo también está por resolver.
El progreso británico puede depender, según Park, de que se levanten las restricciones para que los ciclistas puedan usar nuevamente las instalaciones del Centro Nacional de Ciclismo. «Hay un gran programa de gimnasia que requiere el uso de una gran cantidad de maquinaria especializada, y debe haber supervisión del personal para asegurarse de que se haga de manera efectiva«, algo que se intenta paliar estos días con el entrenamiento en bicicleta -no hay las mismas restricciones que en España para entrenar- y con pesas en sus propios domicilios, aunque “es bastante diferente de cómo sería en el Centro Nacional de Ciclismo».