Tom Boonen, ante su temporada más importante

Tom Boonen cumplió el pasado día 15 de octubre 33 primaveras. De ellas, ha pasado once pedaleando en adoquines y siendo uno de los grandes referentes del pelotón internacional. Tras el fiasco del pasado año, donde las caídas durante la disputa de la parte central de su calendario le privaron de estar con los mejores –o, mejor dicho, simplemente de estar–, la de 2014 puede ser la más importante de las temporadas del ya veterano corredor belga.

No será la primera vez que ‘Tornado Tom’ tenga que renacer de sus cenizas, aunque bien es cierto que en las ocasiones anteriores los motivos que le alejaron de los titulares meramente deportivos fueron bien distintos. En los próximos meses el corredor de Mol deberá de demostrar que a su edad –es cierto que no es un ‘viejo’ para la media del pelotón clasicómano–, todavía es capaz de estar con los mejores y, sobre todo, liderar una escuadra como Quick Step, cuyo (casi) único motivo de existencia es el de dominar en las pruebas de un día de la primavera.

Pero el conjunto de Lefevere parece haber aumentado sus ambiciones y ha echado el resto con Rigoberto Uran, cansado de no tener opciones propias en Sky, como apuesta por las grandes vueltas. La llegada del colombiano hace que la ambición de Quick Step en las pruebas por etapas vaya un poco más allá de conseguir el mayor número de victorias de etapa con Mark Cavendish, corredor del que nos ocuparemos en otra ocasión.

Esta circunstancia, que en principio podría parecer que le quita presión al bueno de Tom Boonen, no va a ser tan buena para el belga. Con la salida de Sylvain Chavanel parece que la gran sorpresa de la pasada edición de la París-Roubaix, Zdenek Stybar, será el único punto de apoyo del equipo en el caso de fallar Boonen, lo que sin duda supone mayor presión para éste debido a la duda razonable que el rendimiento del checo ofrece a estas alturas si lo comparamos con la seguridad que aportaba Chavanel.

De entrada, Cancellara y Sagan aparecen en el horizonte como los más directos rivales de Boonen durante la primavera y, especialmente, en las dos grandes citas de sus calendarios: Vuelta a Flandes y París-Roubaix y, tras el enorme espectáculo que el suizo y el eslovaco nos brindaron el pasado año, todas las miradas se vuelven hacia Boonen, la gran interrogante de la ecuación. Una ‘X’ que sólo se irá despejando a medida que se vayan consumiendo kilómetros durante la temporada. A sus 33 años (uno más que Cancellara y nueve más que Sagan, que cumple los 24 a finales de este mes de enero) y con toda una nación pendiente de él, veremos si es capaz de volver por sus fueros.

Por el momento, lo único seguro es que durante toda la segunda parte de la pasada campaña no se dejó de hablar de la “próxima” vuelta de Boonen y de su gran objetivo de cara al Mundial, algo que por diversos problemas no ocurrió finalmente. Veremos cómo se le da el principio del año.

Ventana abierta, el blog de Nicolás Van Looy

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