El fiel lector de Ciclo 21 es buen conocedor, a estas alturas de la temporada, del prometedor futuro que todos los entendidos en ciclismo le auguran al británico Thomas Pidcock, un chaval que hace pocas semanas se proclamó campeón del mundo de ciclocross en la categoría júnior y que tiene ese algo que distingue, incluso a tan temprana edad, a los ganadores nato de los súper clase. Corredores que antes de cumplir los 20 años han dominado las respectivas categorías por las que han ido pasando hay miles, pero el número de ellos que al llegar a profesionales han perdido su baraka y se han convertido en uno más dentro del pelotón es casi igual de larga. Para llegar a la máxima categoría no basta con ser bueno en el campo antiguamente llamado amateur. Hay que ser de los mejores y demostrarlo no sólo un día sino de manera continua. Piensen en el más anónimo gregario de cualquiera de los equipo World Tour… pues ese también destacó por su habilidad y saber hacer en las categorías inferiores. Ahora bien… pocos, muy pocos, daban ya muestras de su enorme potencial y calidad en esas fases iniciáticas de sus carreras deportivas.
Thomas, Tom, Pidcock es uno de ellos. Durante este invierno nos hemos hartado de verle levantar los brazos. Pero, insistimos, no sólo ha sido eso. Ha sido cómo lo ha hecho. Ha sido cómo ha corrido. Ha sido cómo ha dominado. Ha sido, en definitiva, cómo se ha convertido, a lo largo de este periodo que nos ha llevado de 2016 a 2017, en el nuevo e indiscutible mirlo blanco de la aparentemente inagotable cantera británica.
Sven Nys, el Caníbal de Baal, aseguró, sin ambages, que “Tom Pidcock es el próximo Peter Sagan del ciclismo internacional”. Exacto: del ciclismo, no del ciclocross. El ex corredor y ahora mánager tiene claro que el joven británico está llamado a hacer cosas muy grandes tanto en el barro como en la carretera y por ello no ha escondido su intención de incorporar a Pidcock a la disciplina del Telenet-Fidea Lions a la mayor brevedad posible.
Lo que a todo el mundo se le escapa en toda esta historia es porqué Sven Nys, que pese a lo que pueda aparentar su pelada cabellera no tiene un pelo de tonto, cometió el enorme error de declarar su amor por Pidcock a los cuatro vientos a través de Twitter. El Caníbal de Baal, hombre experimentado como pocos y calculador hasta extremos casi obsesivos, tenía que saber perfectamente que si él levantaba la voz de alarma respecto a este joven británico sólo iba a conseguir dos cosas: encarecer el precio de Pidcock y llamar la atención de los managers de los grandes equipos sobre él.
Antes de que la temporada eche el telón de manera definitiva el próximo fin de semana los equipos y sus managers andan enfrascados en la confección de las plantillas de la próxima temporada y Sven Nys no hizo ningún esfuerzo el pasado domingo para ocultar la reunión que mantuvo con Tom Pidcock en el circuito de Middelkerke en la que, como él mismo ha reconocido, puso una oferta delante del británico para que este pasara a engrosar las filas del Telenet-Fidea Lions.
Pero Pidcock no firmó. Y no lo hizo por, lo que sabemos, por dos motivos muy importantes: porque está muy bien aconsejado por personas que le llaman a la calma y, sobre todo, porque sabe que hay muchísimo interés entre managers de equipos World Tour para poder compartir un rato de charla con él y conversar sobre su futuro.
Y aquí es donde, por fin, se explica ese desliz de un Nys que es imposible que pegue puntada sin hilo en ese sentido. Cuando el de Baal hizo aquella declaración sobre las grandes expectativas de Pidcock lo hizo sabiendo que el inglés, ganador el pasado mes de septiembre de la Philippe Gilbert Junior, tiene puestas sus miras tanto en el barro como en la ruta y, por lo tanto, no se dejaría seducir tan fácilmente por la música de un Telenet-Fidea Lions que, como ya todo el mundo sabe, nada tiene que ofrecerle al talento británico en la carretera.
Sin embargo, con aquel “es el próximo Peter Sagan” Nys consiguió la atención de todo el mundo y, claro, entre ellos la de sus socios de Trek. Hoy, tal y como explica el propio Nys en Het Laatste Nieuws, toda esa jugada ha quedado aclarada. Ayer, en Middekerke, había una tercera persona en torno a la mesa que compartieron Nys y Pidcock: Luca Guercilena.
“Pidcock tiene ambiciones tanto en los circuitos como en la carretera”, explica el Caníbal de Baal. “Por eso, si quiero contar con él, tengo que poder hacer una oferta más amplia y ese es el motivo por el que he invitado a Luca Guercilena a estar con nosotros”. Y el italiano, que tiene este año a sus órdenes a Alberto Contador y que ya explicó en Ciclo 21 cómo echa de menos aquellos tiempos en los que moldeó y trabajó codo con codo con Fabian Cancellara hasta convertirlo en la leyenda que es, debió de salir muy emocionado de Middelkerke porque, tal y como termina de explicar Nys, “le hemos hecho una oferta conjunta: durante el invierno correría para Telenet-Fidea Lions y Guercilena le dará oportunidades en la ruta durante el verano”.
Pidcock, por su parte, ha reconocido que mantiene conversaciones con otros equipos y ha pedido tiempo para tomar una decisión.