RECORRIDO, PERFILES Y RUTÓMETRO
HEMEROTECA TOUR DE FRANCIA 2018
En un Tour de Francia tan montañoso como el que comenzará dentro de sólo 15 días en Noirmoutier-en-l’Île resulta muy complicado separar a los hombres llamados a ser los grandes protagonistas de las alturas y, por lo tanto, aspirantes al maillot blanco con lunares rojos de los que tengan las miras puestas en el maillot jaune en París, de los que nos ocuparemos en los próximos días.
Sea como fuere, comenzamos hoy a analizar con algo más de detenimiento a los corredores llamados a ser protagonistas en la Grande Boucle con una serie de entrega diaria que, como decíamos, iniciamos con el repaso a los teóricos mejores escaladores del Tour.
Con 25 puertos de montaña repartidos por el camino hasta París, hacer una predicción de quién puede estar peleando en la capital francesa por ser el mejor grimpeur de esta edición de la ronda gala es, seguramente, la más complicada de todas ya que cualquiera que se vea con los mejores en las cumbres aspirará, necesariamente, a hacer una buena general y, por lo tanto, tenderá a olvidarse de pelear ciertos puntos que, a la postre, acaban siempre siendo fundamentales.
De Gendt, el cazador solitario
Quizás, el nombre más evidente entre aquellos que no aspirarán al amarillo y que podría hacerlo bien en la alta montaña es el del belga Thomas De Gendt (Lotto-Soudal). Ofensivo como pocos, ese derroche de fuerzas en escapadas maratonianas es, a su vez, su mejor arma y su mayor debilidad. Meterse en todos los cortes habidos y por haber le ha valido en el pasado para sumar un buen montón de puntos, además de su única etapa en la Grande Boucle, para ser tercero el año pasado y segundo en 2016 (además de cuarto en la Vuelta a España de 2012) en esa clasificación de escaladores.
Pedirle a De Gendt que corra de forma más conservadora se antoja un imposible tan grande como hacer lo propio con Alejandro Valverde, pero si el belga sigue haciendo gala de esa actitud ofensiva y, llegado el momento, se centra en la suma de puntos cruciales, será uno de los grandes aspirantes a subir, al fin, al podio final de París.
Barguil, paso atrás para coger impulso
Junto al de De Gendt aparece también el nombre de Warren Barguil (Fortuneo-Samsic), el todavía joven escalador francés que el pasado año decidió salir de Sunweb, donde entendía estar siendo eclipsado por Tom Dumoulin, para recalar en el Fortuneo-Samsic, un traspaso que, a todas luces, puede ser considerado como un paso atrás en su prometedora carrera, pero que si juega bien sus bazas y, sobre todo, si articula bien su discurso, puede quitarle mucha presión en términos de amarillo y ayudarle a fijarse retos menores, pero muy apetecibles como ese maillot de lunares rojos.
Ya en 2017 fue el mejor escalador del Tour de Francia acabando décimo en la general final, evidenciando que todavía le falta un paso muy grande, quizás insalvable en su caso, para poder medirse a los Froome y compañía. El francés, en cualquier caso, ya conoce el camino a esa meta y sólo tendrá que repetir lo hecho el pasado año.
Tras este grupo de corredores, que poco tendrán que decir en la pelea por la general, nos encontramos, necesariamente, a los grandes favoritos al triunfo. A aquellos corredores que, obligados a estar siempre delante en las etapas de alta montaña, donde se forjarán las diferencias fundamentales en este Tour de Francia, irán sumando puntos casi sin querer y podrían acabar apuntándose el maillot casi de rebote o, más probablemente, ser jueces en la pelea.
Quintana, el especialista entre los favoritos
Claro está, este grupo lo conforman Chris Froome (Sky), Richie Porte (BMC), Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida), Mikel Landa (Movistar), Romain Bardet (Ag2r-La Mondiale) y, por supuesto, Nairo Quintana (Movistar), quizás el mayor especialista de todos ellos. Ninguno, insistimos, se presentará en Noirmoutier-en-l’Île con la montaña como objetivo, pero la carrera irá evolucionando de forma distinta para todos ellos y, especialmente en el caso de los telefónicos, podría llegar el momento de tener que calaudicar de las propias opciones y bucar el bien común o, en el peor de los casos, premios de consolación que, de alguna manera, salven la campaña.
Roglic, el que mucho abarca…
Y no, no nos hemos olvidado de él. La gran sensación de la temporda, Primoz Roglic (LottoNL-Jumbo) acabó segundo el pasado año en la pelea con Barguil por la montaña del Tour (muy lejos, eso sí, de poder pelear el reinado), pero el salto cualitativo que ha dado en este 2018 le sitúa como favorito a todo… y esa puede ser su perdición.
El esloveno no puede ser descartado en la lucha por el maillot amarillo. Sus incuestionables dotes de escalador y su buen hacer en la lucha contra el crono convierten al de LottoNL-Jumbo en un aspirante a la general, pero esta será sólo su tercera gran vuelta por etapas (fue 58º en el Giro de 2016 y 38º en el Tour de 2017) y, al menos en su caso, podría ser muy buena idea apostar por la progresión tranquila del modelo Unzue.
Sus opciones en la general de la montaña dependerán, pues, de lo que decida o pueda hacer de cara a la general, pero de lo que no hay duda alguna es que Roglic será una de las ruedas a vigilar cuando la carretera se empine.
Y, como en todas las peleas, tenemos a los outsiders. Esos corredores que, sin poder ser considerados los grandes favoritos, no dejarán de tener sus opciones a poco que las cosas les salgan bien. Sin ser los mejores escaladores y, a la vez, sin un puesto en la general como objetivo, al menos, prioritario, hombres como Rafal Majka (Bora-Hansgrohe) o Dan Martin (UAE-Emirates) podrían hacer valer su casi garantizada presencia en el grupo de los mejores para ir sumando puntos de forma casi inapreciable para, de incógnito, presentarse en la fase final de la carrera con opciones.
Un elenco, el de los outsiders, que cerramos, por su condición de cuarto hace doce meses entre los mejores hombres en las grandes cumbres, con Darwin Atapuma (UAE-Emirates), que aparece como el que menos condiciones reúne para volver a repetir actuación de cuantos acabaron en el top5 en 2017. Absoluta y completamente anónimo en el Giro de Italia, el colombiano no ha obtenido ningún puesto destacable en lo que llevamos de temporada y sólo una sorpresa de calibre monumental le situaría en la pelea.