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Rigo Urán se quedó a un paso del amarillo en París / © Canondale-Drapac
Con 30 años llegó la locura. Con Nairo Quintana atrapado en su propia trampa de correr Giro y Tour, Rigoberto Urán (Antioquia, 26 de enero de 1987) se elevó hace doce meses a la categoría de ídolo supremo de una Colombia ciclista que su generación volvió a despertar de su letargo y a la que acudió al rescate cuando el sueño amarillo volvió a torcerse. Un sueño, el de ver, por fin, a un colombiano coronado como campeón de la Grande Boucle –quizás, junto al Mundial de Valverde, una de las grandes injusticias por resolver que le quedan al ciclismo– que se antojó más cerca que nunca hace doce meses con el protagonista menos esperado. Urán, entrado ya en la treintena, se sacó su mejor Tour de las piernas para terminar segundo a sólo 54 segundos del vencedor, más cerca de esos 1:12 que separaron a Quintana de Froome en 2015, el año que más cerca estuvo Naironman del (ahora) controvertido británico.
Fiel a su estilo, el corredor colombiano llega al Tour de Francia sin haber sido uno de los grandes protagonistas de la temporada. Sus apariciones, muy seleccionadas, se han saldado con un único triunfo, allá por el mes de febrero, en la quinta etapa de la Colombia Oro y Paz, esa enorme fiesta popular que, con el ciclismo de excusa, saca a todo el país a la calle a celebrar a esos hombres que en la última década se han convertido en celebridades.
Si tomamos como referencia lo hecho en el pasado Tour de Francia nos encontramos a un Urán que recordó, y mucho, al de sus mejores años, 2013 y 2014, cuando ocupó la segunda plaza del podio en el Giro de Italia. Fue en ese segundo podio consecutivo donde, quizás, se cimentó su papel como segunda espada nacional al verse superado por Nairo Quintana en la que fue su primera grande.
Hace doce meses vimos a un Urán que había recuperado la alegría de pedaleo que le llevó a esas altas gestas y que llegó hasta la CRI final de Marsella con opciones reales de convertirse en el primer colombiano en ganar un Tour de Francia. Es cierto que jugarse una Grande Boucle con Chris Froome en su especialidad favorita es, seguramente, una de las misiones más complicadas del ciclismo actual, pero incluso ese rendimiento final –que le sirvió para escalar de la tercera a la segunda plaza– fue, en términos relativos, sorprendente para un Urán del que sabíamos que era capaz de hacer ese tipo de cosas, pero del que hacía tiempo que no teníamos noticias en ese sentido.
Ahora, Urán debe de saber aprovechar el empujón anímico que ese gran Tour de 2017 tiene que darle y, sobre todo, hacer valer su mayor frescura sobre el único hombre que el pasado año pudo batirle. Sólo Froome fue mejor que él hace doce meses y eso es algo que el de Antioquia debe grabarse a fuego. Ahora, a sólo unos días de comenzar el que será su quinto Tour de Francia, debe hacer valer su condición de macho alfa y evidenciar que no es él, como dos en ejercicio, el que tiene que demostrar nada sino que son los demás los que tienen que mostrarse capaces de superarlo.
Urán hizo un gran Tour en 2017 / © ASO
Rigoberto Urán (EF-Education First), 31 años
Días de competición: 28
Victorias: 5ª etapa Colombia Oro y Paz (2.1), 3ª etapa Tour de Eslovenia (2.1)
Otros resultados: 3º General Final Colombia Oro y Paz (2.1), 10º General Final Tirreno-Adriático (2.WT), 2º General Final Tour de Eslovenia (2.1)
Clasificación UCI World Tour: 132º
Puesto Tour Francia 2017: 2º
Mejor resultado Tour de Francia: 2º (2017)
Días de amarillo en el Tour de Francia: 0
Etapas Tour de Francia: 1
Mejor resultado Vuelta a España: 27º (2013)
Mejor resultado Giro de Italia: 2º (2013 y 2014)
