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Adam Yates, mejor joven del Tour 2016 © Orica-GreenEdge
10: Rigoberto Urán / 9: Thibaut Pinot / 8: Mikel Landa / 7: Enric Mas / 6: Romain Bardet / 5: Nairo Quintana
La historia del deporte está plagada de hermanos: las Williams (Venus y Serena), los Gasol (Pau y Marc), los Manning (Peyton y Eli) o los Márquez (Álex y Marc), solo por citar algunas parejas ganadoras. En el ciclismo se ha repetido el mismo apellido con más o menos éxito. Es el caso de los Indurain (Miguel y Prudencio), los Jalabert (Laurent y Nicolas) o los Schleck (Franck y Andy) y, en la actualidad, los Izagirre (Gorka e Ion), los Herrada (José y Jesús) o los Quintana (Nairo y Dayer). Es más difícil encontrar a dos gemelos brillantes en la misma disciplina, como los Bryan (Bob y Mike), los De Boer (Ronald y Frank) o los Yates (Adam y Simon), que aquí nos ocupan.
Ganador de la Vuelta 2018, Simon desveló en su día no sentirse atraído por el Tour. “Solo es espectáculo”, declaró en una entrevista para Ciclo21, pero al final estará en la salida… al servicio de Adam. El hermano ‘malo’ partirá como jefe de filas del Mitchelton-Scott y es, por derecho propio, uno de los favoritos al amarillo en París. Y decimos malo porque su par explotó el año pasado en el Giro y se adjudicó en España la primera grande para el palmarés familiar.
Producto de la British Cycling Academy, los dos destacaron desde jóvenes en la pista y en la carretera. Adam fue segundo en el Tour del Porvenir 2013 detrás de Rubén Fernández, en la misma edición que su hermano Simon fue décimo y ganó dos etapas de montaña. Los gemelos no picaron el cebo del omnipotente Sky (sorpresa), sino que fue el Orica australiano, ahora Mitchelton-Scott, el que les echó el guante.
¿Quién es quién? © British Cycling
Presentación en sociedad
Adam Yates (Bury, 7 de agosto de 1992) explotó en su primera campaña como profesional: en 2014 ganó la etapa reina y la general de la Vuelta a Turquía, fue quinto en California y sexto en el Dauphiné. Repitió triunfo en el GP Industria&Artigianato para acabar el año con un discreto 82º puesto en la Vuelta, su debut en una grande. En 2015 se estrenó en el Tour con dos séptimos puestos en el Mûr-de-Bretagne y La Pierre-Saint-Martin, pero con un olvidado 50º en la general. Solo unos días después de llegar a París logró el éxito más importante de su carrera hasta ahora: la Clásica de San Sebastián.
Un año después volvió a la Grande Boucle con grandes aspiraciones y protagonizó una de las imágenes de aquella edición. Fue en la séptima etapa, con final en el Lago de Payolle tras el descenso del Aspin. Adam saltó del grupo de favoritos en la bajada y entraba en el último kilómetro con unos segundos de ventaja cuando se le cayó encima el arco hinchable conocido como la Flamme Rouge. El británico se repuso y ocupó plaza de podio durante buena parte de la carrera, pero en los Alpes perdió la tercera plaza y acabó cuarto, aunque subió al cajón de París como el mejor joven.
En 2017 volvió a ganar el GP Industria&Artigianato, fue 4º en Catalunya, 8º en la Lieja y se presentó en el Giro como uno de los favoritos, pero cedió demasiado tiempo en la limpia de Movistar en el Blockhaus y solo pudo terminar en el 9º puesto final para acabar la temporada con un 5º en Polonia, sin brillo en la Vuelta (33º) y un podio (2º) en la Milán-Turín. El año pasado se afianzó como un fiable vueltómano para carreras de una semana: fue 4º en Valencia, 5º en la Tirreno-Adriático y 2º en el Dauphiné con victoria incluida en la última etapa. De regreso en el Tour y con renovadas esperanzas, naufragó los Alpes y acabó 29º en la general.
La ansiada regularidad
Adam acabó 2018 a la sombra de su hermano, vencedor final en la Vuelta, y con cierta fama de ciclista díscolo e irregular, que acostumbra a rodar a cola del pelotón, como si la carrera no fuese con él. En 2019 se ha puesto las pilas y es uno de los hombres Tour más regular de la temporada. Empezó con un triunfo en Alcossebre y el 8º puesto final en la Comunitat Valenciana, fue 5º en la Vuelta a Andalucía y 2º en la Tirreno-Adriático, que perdió en la crono final por un segundo en detrimento de Primoz Roglic. También 2º en Catalunya, con victoria en Vallter 2000 incluida, y 5º en País Vasco, con otro éxito en Eibar, cerró su primer bloque de la temporada con un 4º en la Lieja. Volvió a la competición en el Dauphinè, se vistió de amarillo en la crono de Roanne, pero lo cedió en la última etapa, camino de Champéry, cuando abandonó a los 50 kilómetros víctima de una enfermedad.
Precisamente su estado de salud y la carga de kilómetros (acumula 5.822 en competición) son las únicas dudas que puede despertar Adam como favorito a todo en el Tour de Francia. La ansiada regularidad que ha encontrado y exhibido desde febrero y su capacidad para ganar en finales cuesta arriba le sitúan en el ramillete de elegidos. El Mitchelton-Scott le ha elegido como jefe de filas con dos gregarios de lujo para la alta montaña, su hermano Simon y el australiano Jack Haig, dos bazas para el juego táctico que tanto le gusta a la estructura de Matthew White. No hay Yates malo. El gemelo ‘menos bueno’ pide sitio en la historia del deporte.
El hermano ‘menos bueno’ suma tres victorias en 2019 © PhotoGómezSport
Adam Yates (Mitchelton-Scott), 26 años
Días de competición: 40
Victorias 2019: 4ª etapa Volta a la Comunitat Valenciana (2.1), , 3ª etapa Volta a Catalunya (2.WT), 6ª etapa Vuelta al País Vasco (2.WT)
Otros resultados: 8º general final Volta la Comunitat Valenciana (2.1), 5º general final Vuelta a Andalucía (2.WT), 2º general final Tirreno Adriático (2.WT), 2º general final Volta a Catalunya (2.WT), 5º general final Vuelta al País Vasco (2.WT), 4º Lieja-Bastoña-Lieja (1.WT)
Clasificación Mundial UCI: 25º
Puesto Tour Francia 2018: 29º
Mejor resultado Tour de Francia: 4º (2016, mejor joven)
Días de amarillo en el Tour de Francia: 0
Etapas Tour de Francia: 0
Mejor resultado Vuelta a España: 33º (2017)
Mejor resultado Giro de Italia: 9º (2017)
Honestamente sorprende el hecho que Simon vaya como gregario al tour, dejando de lado la posibilidad de defender su titulo en la vuelta, será que acaso Adam cuenta con buenos números en sus entrenamientos?
buena pregunta