Tras culminar la Vuelta a España en 2012, Cheng Ji se convertirá el próximo sábado 5 de julio en el primer corredor chino del pelotón del Tour de Francia. El ciclista, que compite en las filas del Giant-Shimano, será el encargado de prepararles los sprints a Marcel Kittel o John Degenkolb. Cumplirá 27 años el 15 de julio, el día de la jornada de descanso de Besançon.
Procede de una pequeña ciudad china… apenas 3,3 millones de habitantes pueblan Harbin, en la provincia de Hei Long Jiang, en el extremo nororiental del país, es decir, en territorio fronterizo con la Rusia siberiana. “En invierno, es habitual que la temperatura baje hasta los -36°C,” nos cuenta. “El récord lo tenemos en -55°C, aunque personalmente no lo he vivido nunca.” Hijo de una limpiadora y un decorador de interiores, Cheng Ji procede también de una familia que se saltó la política del hijo único que se aplicaba rigurosamente en la República Popular China en la época de su nacimiento. Precedido por una hermana mayor, el recién nacido le supuso a sus padres una multa de 3000 yuanes, en torno a 370 euros.
Algunos años más tarde, Cheng Ji descubrió el deporte a través del atletismo “en el colegio, donde ganaba a todos, así que tuve la oportunidad de formar parte de un grupo de alumnos que combinaba los estudios con la práctica deportiva. Un día, en 2002, hacía tanto frío en abril que decidí subirme a la bici (una home-trainer) para entrenarme. Un mes más tarde, participé en mi primera carrera en carretera: 12 vueltas de circuito alrededor de Laoshan, el velódromo de los Juegos Olímpicos de Pekín para BMX, BTT y ciclismo de pista. Fue la carrera más dura de mi vida, ni siquiera tenía zapatillas de ciclismo.” Calzado o no, en 2005 Cheng se inscribió para competir por su provincia en la lucha de los Juegos Chinos que se celebraron ese mismo año en Nanjing.
“En 2006, me enteré de que Shimano buscaba corredores chinos para su equipo en Europa. Me entrevistaron, sobre todo para saber si sabía cocinar y hablaba inglés. Les dije que me apasionaba la cocina y que estaba dispuesto a aprender inglés. Así, en 2007, me instalé en Hengelo, Holanda. En cuanto a mis dotes para la cocina, puede usted preguntárselo a mis compañeros de equipo, le dirán que soy un gran chef: ¡mi especialidad son las alas de pollo a la Coca-Cola!”
El director deportivo de Giant-Shimano, Rudi Kemna, lo explica así: “Cuando lo reclutamos era un joven talento y trazamos para él un plan a largo plazo para tratar de llevarlo al nivel de las carreras ciclistas más importantes. Lo hemos conseguido y ahora Ji desempeña un papel importante en la preparación de los sprints. Su misión por lo general consiste en tirar del pelotón para liderar la persecución. Este amo de casa entregado recibe en ocasiones el apodo de ‘asesino de fugas’, a raíz de que lograra neutralizar sistemáticamente la fuga en las 5 etapas de la Vuelta 2012 que se adjudicó su líder John Degenkolb. “En Giant-Shimano, somos muy buenos controlando las etapas en llano”, nos explica el propio corredor. “Incluso los corredores de los otros equipos, como el Lotto-Belisol, se acercan y me dicen: ‘Oye, Cheng, ¿tiras de nosotros un rato?’”.
Seguido de cerca por los equipos de televisión que produjeron documentales sobre sus aventuras durante la Vuelta, el Giro de Italia o la París-Roubaix, Ji siente que tiene una misión que desempeñar: “Quizás no sea el ciclista con más talento de mi país, pero me gusta demostrar que los chinos también podemos llegar a este nivel sin dejar de comportarnos como buenos profesionales, por supuesto. Si compito en tantas carreras es para inspirar con mi trabajo a otros corredores. Lo que he hecho hasta ahora ha tenido un gran impacto, pero ahora con el Tour de Francia va a ser la bomba…”
Fuente: letour.fr