El velocista Juanjo Lobato no ha desaprovechado la oportunidad de dejarse ver en su primera participación en el Tour. Su balance hasta el día de descanso es realmente positivo.
“El Tour empezó muy bien para mí. El primer día el equipo me pidió que buscara la fuga de salida y que pelease por el maillot de la montaña. La verdad es que es algo que no había hecho nunca, puesto que desde que estoy en profesionales jamás me habían pedido que me metiera en la escapada. Pero salió todo a la perfección: me metí en el corte, gané el sprint y subí al podio. Fue el mejor arranque posible”, explica Lobato.
Después de esa alegría, el andaluz se mantuvo en el anonimato durante algunas jornadas: “Después de la escapada, el equipo me convenció para que me dejara ir durante un par de días porque ellos decían que iba a notar la fatiga. Y vaya si se nota. Esto es el Tour y si haces un esfuerzo extra un día, en la etapa siguiente vas tocado. Pero nuestra idea era esperar un poco antes de meternos en las llegadas. Hay mucho peligro y es mejor dejar que la gente se vaya desgastando un poco antes de intentar asomar la cabeza”.
El primer sprint de Lobato llegó en la quinta etapa y fue séptimo. Al día siguiente, lo volvió a intentar y fue quinto después de ser superado sólo por Greipel, Sagan, Cavendish y Kittel: “Estuve bien en los dos sprints. Lo que más me cuesta es la colocación. Pero todavía soy joven y tengo que aprender mucho. Sinceramente, estoy verde en muchos aspectos. Por ejemplo, en este Tour pensaba que iba a subir bastante bien y me iba a encontrar peor sprintando. Pero ha sido justo al revés: subiendo me cuesta más, pero me veo más rápido que nunca. Y es que no me conozco todavía y tampoco sabía lo que era un Tour. Ahora lo he visto de cerca y te digo que esto no se parece en nada a cualquier otra carrera del mundo”.
Juanjo Lobato mira con optimismo hacia la segunda semana: “Desde el principio del Tour, siempre he pensado que las mejores etapas para mí iban a ser las de la segunda semana. Hay varios días que se puede llegar al sprint y tengo que aprovechar esas oportunidades. Sigo pensando que puedo hacer algo bonito… pero también quiero ser cauto porque voy a llegar con más de 10 días de competición en las piernas y en mi primer Tour, así que no me quiero marcar ninguna meta. Eso sí, lo voy a intentar con todas mis fuerzas porque los compañeros me están apoyando mucho en las etapas llanas y porque el equipo ha confiado en mí desde el primer día que llegué a Euskaltel. La verdad es que estoy muy contento con el trato que me han dado y me gustaría recompensarles en la carretera”.
Fuente: Velofutur