Al fin queda atrás para Movistar Team la agotadora primera semana del Tour de Francia 2013 después de una 7ª etapa -206 km entre Montpellier y Albi, con cuatro puertos puntuables- larga y exigente por el calor y por el fuerte ritmo desatado a mitad de recorrido. El col de La Croix des Mounis (2ª) dejó en cabeza apenas noventa corredores en un primer pelotón lanzado por Cannondale mientras varios de los equipos de los sprinters intentaban por detrás recuperar sin éxito el terreno perdido.
Por parte de Movistar Team se situaban en el grupo cabecero Costa, Valverde, Amador, Plaza y Quintana, los dos últimos implicados en una caída en el km 10 que ocasionó una rozadura en el gemelo derecho para el alicantino y un nuevo golpe en la rodilla (esta vez, la derecha), en el caso de Nairo. El pelotón delantero terminaba por alcanzar a los tres hombres fugados después del sprint intermedio -Bakelants (RLT), Oroz (EUS) y Gautier (EUC)- a poco más de dos kilómetros de meta antes de jugarse el triunfo de etapa en un sprint que cayó del lado de Sagan (CAN).
Así, los líderes de Movistar Team afrontarán a 25″ del líder Impey (OGE) las dos esperadas jornadas en los Pirineos. La primera de ellas, mañana sábado, unirá Givors y la estación de esquí de Ax 3 Domaines (1ª) en 195 km con el paso previo por el brutal Col de Pailhères (Especial), a tan sólo 29 kilómetros de la meta, según informa el equipo de Unzué.
DECLARACIONES
Alejandro Valverde: «El día se ha hecho más complicado de lo previsto por la aceleración de Cannondale a 100 kilómetros de meta. Desde ahí hemos ido a tope hasta el final y se ha hecho muy duro por el calor. Pero estoy contento porque hemos vuelto a salvar otro día. Como siempre digo, aquí se trata de ir pasando cada etapa y hemos conseguido llegar a la montaña con el mismo tiempo que los demás favoritos y eso es lo importante.
Mañana empieza lo decisivo y la primera etapa de montaña siempre es un poco especial, con un poco más de miedo entre los favoritos. Además, los últimos tres días han sido muy intensos y eso mañana puede pasar factura. Parece que puede hacer otra vez mucho calor y Pailheres, un puerto que ya de por si es súper exigente, puede convertirse en una olla y si se sube rápido va a ser terrible. El domingo es un continuo sube y baja con puertos muy duros. Después de tantos días con el motor a tope puede ser muy selectiva. El calor creo que puede ser fundamental porque el cuerpo llega más exprimido.
Estoy contentísimo hasta ahora con el equipo, desde el primero hasta el último. Creo que hace años que no corríamos tan atentos y salvo las caídas de Nairo o Rui sin consciencias importantes, nos hemos librado. Yo cruzo los dedos pero hasta ahora me he librado de los incidentes y llego a la montaña en perfectas condiciones. Veremos cómo recuperamos de estos esfuerzos y si mañana podemos estar con los mejores«.