Manuel Beltrán, uno de los ciclistas españoles que, según medios franceses, se doparon con EPO en el Tour de Francia de 1998 tras un informe publicado esta semana por el Senado francés, se ha preguntado hoy ante esas acusaciones: «¿A dónde me puedo dirigir para defenderme?».
El excorredor jiennense, en declaraciones a Efe, también ha reprochado a las autoridades francesas que «¿quiénes son ellos para congelar la orina?, ya que no han perdido permiso a nadie, sobre todo cuando se trata del Tour de Francia de hace quince años».
Beltrán, ciclista profesional durante catorce años, no ha querido profundizar más en sus manifestaciones sobre la presunta trama de dopaje del Tour de 1998, en la que, tras ese informe del Senado francés, ha sido implicado junto a una treintena de participantes de ese año, entre ellos los también españoles Abraham Olano y Marcos Serrano.