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La Transpyr ya partía de Roses hace una semana con la calificación de ser una de las pruebas más exigentes del calendario internacional, pero las condiciones extremas de calor y la dureza del terreno con las que se han encontrado los 300 participantes de este año la consolidan como un auténtico reto para graduarse en mountain bike. Con casi 800 kilómetros acumulados en las piernas, los 280 ciclistas que han resistido hasta ahora esperan con emoción la llegada de mañana a la playa de la Zurriola de San Sebastián, una última meta que con la unión simbólica del mar Mediterráneo y el Cantábrico pondrá punto y final a la edición de la durísima Transpyr 2013.
Los casi 3.000 metros de desnivel de la séptima etapa, con pasos emblemáticos como el de Roncesvalles o la selva de Irati, han sido complicados para muchos participantes que llegan al séptimo día de raid con las fuerzas muy justas, y bien harán en la última jornada de no fiarse de los últimos kilómetros porque, no por llegar a su fin, la prueba regala nada. Un último esfuerzo para combatir el cansancio y los últimos 2.300 de desnivel positivo, hasta descargar toda la adrenalina con la llegada a la playa.
Si no hay ninguna sorpresa el equipo Buff International, con Pau Zamora y Joan Llordella, se adjudicará la Transpyr 2013 con la mayor ventaja conseguida hasta ahora. Después de la etapa de ayer tienen un colchón de casi dos horas y media respecto a los portugueses del Douro Bike Race, que han superado a Bicis Esteve y se han hecho con la segunda posición, ahora con 6 minutos de ventaja.
Borja Sánchez y Axel Strauss afrontan la última crono de la Road separados por sólo 19 segundos
La primera edición de la Transpyr Road también termina mañana con el aliciente de conocer el primer ganador de esta modalidad de la prueba, que en cada etapa ha planteado a los ciclistas uno o dos tramos cronometrados. Serán 43 kms. con 3 puertos de montaña y el catalán Borja Sánchez (El 9 Esportiu) lo iniciará con 19 segundos de ventaja sobre el austriaco Axel Strauss. Antes de llegar al inicio de este tramo el piloto rodará por un recorrido rompepiernas, ya que en sólo 24 kilómetros deberán escalar hasta 4 puertos con rampas que llegan al 20%.
La etapa ha sido la síntesis de lo que quiere ser esta prueba recién estrenada, una combinación de carreteras solitarias, puertos intensos, intensidad de paisaje, descensos trepidantes y la cordialidad de un grupo de ciclistas que mañana completarán el reto de cruzar los Pirineos en 8 etapas, habiendo cubierto más de 1.000 km y 20.000 metros de desnivel.
