Travis Meyer tiene la esperanza de poder volver a la bicicleta para estar bien en la segunda parte de la temporada europea -tras ser atropellado en Andorra el pasado sábado por un coche-, según su representante.
El corredor de 24 años de edad, del equipo Drapac y ex del Orica, fue trasladado a un hospital de Barcelona el domingo y fue operado ayer en su mandíbula fracturada.
A pesar de las lesiones, no son gran graves como se temía. Su manager Wayne Evans dijo que estará de reposo al menos seis semanas antes de que sea capaz de volver a entrenar en bicicleta. «Tiene un traumatismo craneal, un brazo roto, la mandíbula superior e inferior rota, con un cierto daño facial muy grave, pero podría haber sido mucho peor», dijo Evans al diario The West Australian. «Está consciente, siempre lo ha estado y no hay daño cerebral», incidió.
Meyer, que vive en Girona, se había estado preparando para viajar a la Vuelta a Turquía a finales de este mes, su primer viaje europeo del año después de competir en el Tour Down Under en Australia y el Tour de Perth. «Va a estar fuera de acción durante al menos seis semanas a causa de su mandíbula y él va a perder mucho peso porque no puede comer», dijo Evans.
Su hermano mayor, Cameron, del Orica-GreenEDGE, se reunió con él el domingo desde su concentración en altura en Tenerife. Su madre, Frances, espera para unirse a ellos hoy en Barcelona.
La policía andorrana está investigando el incidente, aunque los primeros informes indican que el conductor del coche ayudó a Meyer antes de ser llevado al hospital y está cooperando plenamente.
Meyer ya se operó en su momento para corregir una arteria estrecha en 2011, que detenía el flujo de sangre a su pierna izquierda. Tardó casi dos años en recuperarse y no fue renovado por el Orica-GreenEDGE la pasada temporada. Meyer fue uno de los más exitosos corredores de pista júnior de Australia, ganando cinco títulos mundiales, antes de cambiar a la carretera y ganar el título nacional en 2010, su única victoria hasta la fecha.