Txoperena intenta llegar a Asturias

Txoperena, tras su caída © KPS

Txoperena, tras su caída © KPS

“Espero que pronto pueda dormir y entrenar con normalidad, y volver a ponerme un dorsal ya la semana que viene, en la Vuelta a Asturias. No sé cómo estaré, pero sigo estando ilusionado y con ganas de hacer algo bonito. Espero que el cuerpo se recupere y volver con un buen golpe de pedal. Si no puede ser así, a seguir en esta línea y que en la Vuelta a Madrid salgan mejor las cosas”…

Beñat Txoperena, el navarro del Murias, todavía siente en sus carnes y en sus huesos la secuela de la caída sufrida en la Vuelta a Castilla y León. “Tuve un fuerte golpe en la cabeza, hombro, espalda, codo, cadera y rodilla. Ahora, sobre todo, me duele el hombro, pero la herida más fea debe ser la que tengo en el codo, un agujerito. Luego están las típicas heridas de chapa y pintura de los ciclistas. Debido al golpe en la cabeza me duele el cuello y la espalda, por lo que pronto comenzaré con sesiones de fisioterapia”, relata el ciclista navarro del equipo Murias, como quien da un parte de lesiones.

“Fue una pena –añade– porque por sensaciones y recorrido, estaba muy motivado. Pero todo se me fue al traste en la primera etapa”.

‘Txope’ recuerda cómo sucedió la caída: “Después de una primera parte relativamente tranquila, entramos en una zona de aire. En un principio, ‘encunetaron’ los rusos y ya me coloqué bastante adelante para que no me pillara desprevenido. Luego, en una zona donde picaba para abajo y viento de culo, no me acuerdo muy bien cómo, pero acabé en el suelo. Hubo un frenazo y lo siguiente de lo que me acuerdo es de perseguir. He mirado en el Garmin y la velocidad baja de 67 km/h a cero en nada, así que me di un buen golpe. Rompí la bici, el casco, las gafas… Todo”.

Quizá debió abandonar en ese momento, pero el de Igantzi decidió seguir en carrera para ayudar al equipo. “A partir de ahí, seguí en carrera pero me tocó sufrir, tanto por las condiciones climáticas como por las secuelas de la caída. Nunca he tenido el cuerpo tan dolorido como en la última etapa, en la que decidimos que lo mejor era no subir el duro puerto de meta, quedándome en el pueblo de Lubián”, reconoce Beñat a KEC.

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