Con la disputa del eliminator han comenzado hoy los Campeonatos del Mundo de BTT en Lillehammer y Hafjell (Noruega), en una edición que conmemora el 25 aniversario de la integración de esta disciplina en la UCI, lo que ocurrió en aquel lejano Mundial de Durango, en 1990.
Un Mundial que en poco o nada se parece a los actuales. En aquel entonces solo se disputaron cross country y descenso. Fue en 1999 cuando se añadió el team relay; un año más tarde, el dual slalom, que sería sustituido por el four cross en 2002, disciplina que también desaparecería de estos Mundiales hace un par de años –y que sobrevive aún de forma independiente, aunque mucho me temo que agonizando-, y que contempla desde 2012 el mencionado eliminator, otra modalidad que no termina de encontrar su sitio y que ya ha desaparecido del programa de la Copa del Mundo, aunque de momento se garantiza su presencia mundialista. ¿Hasta cuando?
En todo caso, en Noruega se disputa un Mundial muy completo, con siete ‘arco iris’ en juego en XCO y cuatro en DH, todos ellos en el BikePark de Hafjell, más los dos de XCE y los seis de trial –disciplina que no es BTT pero con la que comparte Mundial desde 2000- en la ciudad olímpica noruega.
En estos 25 años, los Mundiales han visitado catorce países, entre ellos España, concretamente Sierra Nevada en junio de 2000, y cuatro continentes, quedando solo por visitar Asia. En este sentido, solo el BMX y la pista –aunque no en su nuevo formato invernal élite- son las únicas disciplinas ciclistas que han visitado los cinco continentes en su máxima expresión de un Mundial.
Vail (Estados Unidos), en 1994 y en aquel fatídico 2001, y Mont Sainte Anne (Canadá), en 1998 y 2010, han sido las únicas sedes que han repetido, aunque Cairns (Australia) lo hará en 2017 tras haberlo hecho en 1996, en un escenario que marcó –y creo que marcará- la carrera de José Antonio Hermida.
Precisamente el de Puigcerdá es el español más laureado en los Mundiales, con tres títulos individuales –y curiosamente el único biker que los tiene en tres categorías diferentes como júnior, sub-23 y élite, este último en 2010- y los otros tres logrados por España por equipos, seguido de Marga Fullana, con tres arco iris individuales, siempre élite, y dos en el ‘team relay’, en 1999 y 2000. Rafa Alvarez de Lara completa el palmarés de campeones, con ese histórico triunfo en 4X en Val di Sole 2008 que tuve la suerte de compartir, mientras que el resto de ‘arco iris’ españoles lo han sido en su condición de miembros del relevo: Roberto Lezaun, por partida doble; Carlos Coloma, el llorado Iñaki Lejarreta, Rubén Ruzafa, Oliver Avilés y Rocío Gamonal.
Volviendo a la historia de los Mundiales, reseñar ese extraño 2012, cuando DH y XCO se separaron en dos sedes (y semanas diferentes), en Leogang y Saafelden, respectivamente, aunque más drástica será la separación en 2016, con dos escenarios –y países- diferentes. De esta forma, las pruebas de cross country se disputarán en Nove Mesto Na Morave (Chequia), mientras que las de descenso y trial tendrán lugar en Val di Sole. ¿Será una excepción o tendencia para años próximos?
Pero hasta que lleguen esos Campeonatos, tendremos ocasión de vibrar con lo que sucede estos días en Noruega y, sobre todo, en 2015 cuando los Mundiales vuelvan a la península, a la vecina Andorra y su joya de Vallnord, en un evento en el que los amigos de Ocisport garantizan el éxito más rotundo. Y que espero poder compartir, como hice desde 2003 hasta 2008.