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Torres y Muntaner, con sus medallas © RFEC
Aunque se llevan siete años de diferencia, y tan sólo han competido formando pareja en un solo Mundial –el año pasado en Minsk, que se saldó con la plata-, a todos los aficionados nos parece que la pareja David Muntaner-Albert Torres es ya un ‘clásico’ en el mundo de la madison, quizás por la de veces que les hemos visto competir juntos a nivel nacional, con cuatro títulos consecutivos en los últimos Campeonatos.
A nivel internacional es distinto. Muntaner compuso la ‘americana’ española, siempre con Unai Elorriaga, en 2009 –duodécimos- y en 2011 –quintos-, mientras que Torres debutaba en 2012, junto a Sebastián Mora, con otro quinto puesto, aunque su compañero debió haber sido el propio ‘Munta’ si no hubiera sufrido una fractura de clavícula que le dejó sin Mundial. Un año más tarde, el pasado mes de enero, el de Establiments sufría la misma lesión, aunque se recuperó a tiempo de estrenarse juntos en el velódromo… y en el podio. Y en octubre, repitieron plata, esta vez en el Europeo de Apeldoorn, por detrás de Italia. Este fin de semana, un paso más, con el oro en la Copa del Mundo de Aguascalientes -precisamente donde sufrió la segunda fractura-, aunque la ‘guinda’ está por llegar.
En estos nueve meses transcurridos desde el Mundial, pues, la percepción sobre los dos baleares ha cambiado completamente. Por un lado, aparecen como la baza española más sólida para conseguir un ‘arco iris’ –con permiso de Eloy Teruel en puntuación- en el próximo Campeonato del Mundo de pista, en Cali, a finales de febrero y principios de marzo. Y, por otro, de forma antagónica, se presentan como la pareja hegemónica, los rivales a batir, lo que siempre es peligroso, tal y como nos comenta Joan Llaneras, que sufrió muchísimas veces en sus carnes esta situación.
“Es algo con lo que tienen que comenzar a contar. Pero los dos son corredores inteligentes, con muchísimo motor y seguro que saben cómo leer la carrera. Tan solo le falta algo más de experiencia, pero están aprendiendo mucho y sobre todo tienen mucho margen de mejora”.
“Lógicamente nos preocupa, pero cada vez somos más conscientes de que somos una de las ruedas a vigilar –añade Muntaner-. Ya conocen nuestro estilo agresivo y por ello están más pendientes de nosotros. Pero el sábado en Aguascalientes cuando atacamos la primera vez nadie pudo seguirnos, aunque apenas habían pasado tres sprints y la gente todavía estaba bastante entera. Y los belgas, por ejemplo, sabían que nos íbamos a mover”.
El aprendizaje de los Seis Días
Tras ganar la plata en Minsk, a Muntaner y Torres se les abrió el siempre selectivo circuito de los Seis Días, algo que, aparte de ser una interesante fuente de ingresos, valora especialmente el menorquín desde el punto de vista deportivo. “Nos han dado un buen estado de forma, pero sobre todo hemos mejorado mucho la técnica, que era nuestra principal carencia”. Llaneras precisa que “no es la técnica del relevo, la de moverse en pista, sino la de la carrera en sí, saber leerla en todo momento, estar pendiente del marcador, de los rivales, de todos los detalles. En esto han aprendido mucho, ya que el sábado se los vio sobrados, pero como decía antes, tienen mucho margen de mejora todavía”, indicaba Llaneras.
De su experiencia europea, Torres destacaba que “correr en un velódromo tan pequeño como el de Gante nos dio mucha soltura”. Y es que esta pista belga, de solo 165 metros de cuerda, “te obliga a estar mucho más concentrado, y durante muchas horas al día. Ten en cuenta que un relevo se suele dar cada dos vueltas y media, pero aquí al ser más corta, tienes que hacer muchos más a lo largo de cada americana”, apostilla el heptacampeón del mundo. Grenoble y Zurich, donde acabaron en el podio, fueron las siguientes escalas, y Berlín y Copenhague, ya en 2014, completarán la puesta a punto de los baleares de cara a Cali.
Pero una competición no depende sólo de ti, sino de los rivales. Con la pareja italiana, Liam Bertazzo-Elia Viviani, ya tuvieron sus más y sus menos en el Europeo, aunque según señala Muntaner, “si la carrera se hace dura, los belgas Jasper De Buyst y Danny De Ketele son los rivales más fuertes. Pero si no se endurece la prueba, los italianos tienen a su favor la rapidez de Viviani en los sprints”. Francia, que defiende el título logrado el año pasado con Vivien Brisse y Morgan Knisky, Dinamarca o incluso la anfitriona, Colombia, son otras selecciones que señalan como peligrosas los dos corredores. “Hay que ver las parejas que se van formando –añade Llaneras-, pero pienso en las mismas. Los belgas forman un dúo interesante, que también está aprendiendo, y Viviani es un corredor muy peligroso por su velocidad. Colombia seguro que forma también una pareja potente, quizás con menos técnica, pero que puede aprovecharse de la carrera si hay mucho marcaje. Igualmente habrá que ver el equipo australiano si lleva a corredores como Meyer o Howard”.
En definitiva, como bien señala ‘Munta’, “todo es cuestión de suerte, pero espero que nos acompañe el día del Mundial”. Apunten la fecha, 2 de marzo de 2014, cuando mallorquín y menorquín tienen una cita con el arco iris, un sueño que ambos tienen desde hace muchos pero que muchos años, pero cada vez está más cerca de materializarse.
