Apurando las últimas horas de estancia en Mallorca terminada la Challenge –una experiencia que cada año me resulta más imprescindible y que agradezco a Unisport Consulting, con el gran Manolo Hernández a la cabeza, poder compartir-, pasado ya el mareo de los descensos de Puigmajor o Sóller radiando y tuitendo de forma simultánea e imposible, y olvidado el frío de la jornada reina en ese descenso hacia el Santuario de la Virgen de Lluc con la capota descubierta, creo que es el momento de recordar algunos detalles de esta magnífica carrera que, insisto, tengo la suerte de vivir año tras año. Por cierto, una carrera que en su ‘etapa reina’ contó con dos vigentes campeones del mundo… aunque desgraciadamente el ciclocrossero Zdenek Stybar pasó totalmente desapercibido para el gran público. ¡Que pena!
Aparte de la novedad reglamentaria a la que me refería hace un par de días –esa norma que castiga con la expulsión a aquellos corredores que atajen por las aceras, por el peligro que supone a los espectadores, y cuya aplicación, me temo, será bastante aleatoria-, la principal noticia de esta Challenge de Mallorca ha sido la ausencia de Euskaltel, tras una veintena de años viendo los maillots naranjas de los vascos estrenarse en las carreteras mallorquinas. Una ausencia que han ‘pagado’ los miembros de la Fundación Euskadi a los que algunos han asociado con el extinto equipo, y que no se merecen, evidentemente. Por cierto, estamos en febrero, con tiempo de sobra para intentar crear, asentar o redefinir ese proyecto de equipo vasco que en apenas cuarenta días ya echamos de menos: que luego no entren las prisas y las culpas cruzadas por no intentarlo a tiempo.
Esta mañana leía un tuit de Joseba Beloki en el que reconocía su admiración por ver varias decenas –posiblemente muy cerca del centenar- de camiones, autobuses, furgonetas y coches de los equipos que se han dado cita en la Challenge en la larga recta del hotel Iberostar Playa de Muro. Evidentemente comparto con el gran campeón alavés lo que supone esta concentración, y más en una zona prácticamente muerta a estas alturas del año. Aunque quizá le iguale en espectacularidad el ‘sarao’ que se ha montado Merida con la doble presentación de sus equipos de BTT –con el inimitable José Antonio Hermida– y carretera este fin de semana y que me quedo con las ganas de compartir.
Sin embargo, la imagen que más me ha impactado es la de los niños en la plaza de Muro donde se daba esta mañana la salida. O de hace un par de días en Ses Salines. Liberados de la ‘obligación’ de ir al colegio aunque sea por unas horas, para estos pequeños la mañana ha sido una auténtica fiesta… y quien sabe si una aproximación a este mundillo cada vez más acosado y marginado. Porque hemos sido muchos los que nos iniciamos en el ciclismo de este modo festivo, en una tradición que he podido vivir en lugares tan distantes como Malasia o Chihuahua… pero que se está perdiendo irremisiblemente en España. ¿Cuesta tanto realmente meter el ciclismo en los colegios, tanto desde este punto de vista lúdico como de formación, sobre todo en aspectos de seguridad vial? Claro que no; simplemente no hay voluntad.
Y por último, la coincidencia temporal con el Tour de Catar, aparte de ser una amenaza a corto plazo –más que nada por las muchas palabras y los pocos gestos de las autoridades baleares-, me ha permitido recabar algunos datos interesantes… sobre el Mundial que se disputará en este país arábigo dentro de un par de años. Por ejemplo, que es casi seguro que se aplazará a mediados de octubre para paliar el calor, el único problema que preocupa hoy en día a la UCI. Sobre la organización, me han asegurado que será de ‘diez’… aunque no haya ni un alma en las carreteras. Y deportivamente, puede ser una carrera espectacular, por lo distinta a otros campeonatos, si sopla el viento, que suele ser bastante intenso en aquellas zonas, pero una auténtica ‘castaña’ si no lo hace. Y aunque Tom Boonen tendrá 36 ‘tacos’ entonces, su espectacular serie de victorias en el emirato –y el presumible final para velocistas- le hace ser la referencia del Mundial 2016.
Por cierto, para los que se andaban con bromas y chanzas sobre las amenazas a los homosexuales en los Juegos Olímpicos de Sochi, recordad que en Catar no se andan con chiquitas sobre estos temas: que a nadie se le ocurra salir del armario en ese evento.