Más que conmocionado por la noticia leída en La Voz de Galicia sobre el atropello a unos ciclistas –y que luego he tenido ocasión de ver en Antena 3 con una pobrísima y desinformadísima redacción-, lo que me muestro es estupefacto e indignado por algunos de los comentarios de los lectores a dicha información.
Unos comentarios que en el mejor de los casos muestran una absoluta ignorancia sobre los derechos de los ciclistas cuando circulan por la vía pública. Y en el peor, esa serie manida y falsa de tópicos que están tan metidos en la conciencia –en la inconsciencia- de buena parte de los cerriles automovilistas que piensan y seguirán pensando que la carretera es exclusivamente suya, que el ciclista molesta y que encima no paga impuestos, que qué es eso de circular en paralelo o en grupo… Pero el colmo se lo lleva un pobre desgraciado que dice que si los ciclistas no hubieran ido en grupo – “eviten salir juntos, si se encuentran por la carretera, ni se miren, cada uno por una carretera diferente”, les aconseja- la furgoneta sólo habría arrollado a uno y no hubiera sido noticia. No sé si tamaña sandez puede ser una ironía; pero si no lo fuera, lo de este sujeto es de una solemne gravedad, incompatible con la mera posesión de un carné de conducir.
Ello no es óbice para reconocer que los automovilistas son cada vez más respetuosos. Pero comentarios tan lamentables como estos me hacen perder la esperanza de que en un futuro la bicicleta pueda ser un vehículo usable y seguro.