La extraordinaria aventura que Scot Scheffler estaba viviendo desde el pasado mes de junio por toda Europa ha tenido su final inesperado en El Chorro (Málaga). Después de recorrer más de 5.000 kilómetros en bicicleta por siete países, este trotamundos de nacionalidad norteamericana y acostumbrado a realizar largas rutas ciclistas en solitario, perdió la semana pasada en tierras malagueñas su medio de transporte. Mientras visitaba una cueva a unos cinco kilómetros de Álora, un coche paró y se hizo con la bicicleta que desde hacía cinco meses era su única compañera de este largo viaje.
«Era un sitio por donde solo pasaba un coche cada diez minutos. Escuché el motor arrancar y a los pocos segundos me di cuenta que se habían llevado la bici», relata Cosmo, apodo que utiliza este californiano de 49 años. Este desagradable incidente ha supuesto el fin de su gran periplo europeo, que le ha llevado por los fiordos de Noruega, la costa de Dinamarca, Alemania, Inglaterra, Francia y, finalmente, el sur de España.
Tras el robo, Cosmo removió cielo y tierra tratando de buscar su bicicleta. Habló con la Guardia Civil y llenó de carteles Álora y Ardales, relatando su pérdida y describiendo su bici marca Trek 3900, roja y plateada. Esperó en el camping de El Chorro unos días, pero finalmente tuvo que desistir. «Ha habido mucha gente interesada, que me han preguntado mucho y me han ayudado, pero no ha habido suerte», relata Scot, quien se muestra especialmente agradecido con los responsables del camping y con un amigo que reside en Marbella, y que fue a recogerle tras el suceso.
A pesar de este final desagradable, Cosmo se lleva un buen recuerdo de Andalucía y de Málaga, donde ha visitado desde la Costa del Sol hasta Antequera. «Todo el mundo me decía que era un lugar muy hermoso, y es cierto», sentencia con buen humor. Fue allá por 1987 cuando Scot Scheffler empezó a aficionarse a la bicicleta, mientras realizaba sus estudios universitarios. Desde entonces, ha recorrido más de 26.000 kilómetros por todo el mundo, desde América al Tíbet, Camboya, Laos, India y, este año, también Europa.
África es uno de los pocos continentes que le quedan por visitar, y espera que sea pronto, ya que ya tenía a Marruecos en su mente al llegar a Málaga. El robo de su bici se convertirá en una más de las muchas anécdotas que podrá contar gracias a sus viajes. Ayer mismo, cogió un tren hasta Madrid, desde donde esperaba tomar un vuelo a alguna otra parte del mundo. Para Cosmo, la aventura continúa.
Fuente: diariosur.es