Un mazazo para el ciclismo colombiano

Edward Díaz | Foto: Alejandra Reyes

No es la primera vez que hablamos del ciclismo colombiano sin centrarnos en lo que todos vemos, esos nombres que triunfan en el viejo continente, que imponen la clase calidad y genes que la vida les ha dado y dominan paulatinamente el ciclismo mundial.

Muchas veces nos han venido voces desde Colombia, incluso nos interesamos en su día por la suerte del Team Colombia y los motivos de su desaparición, fruto de la “colonización ciclista” mal gestionada y peor implantada que acabó con un grupo de jóvenes en la cuneta, sin opciones a seguir con lo que tanto amaban.

No sé quién dirige la federación colombiana, ni el sesgo, ni su carnet político, pero a veces leemos cosas, sobre su gestión, que no agradan.

La semana que ha entrado en diciembre nos deja una noticia de esas que por increíble pasan hasta desapercibidas, pero que en el fondo la lees, la piensas y ves que es una pasada: ocho ciclistas han dado positivo en la Vuelta a Colombia. Es sencillamente lamentable.

Seis de ellos han pitado con CERA, famosa sustancia con la que saltó la liebre de Emmanuelle Sella, Giro de 2008, cuando subía los puertos finales más rápido que los líderes, yendo todo el día escapado. Ese año pitaron algunos más por esta sustancia, Bernard Kohl, tercero en el Tour, sin ir más lejos, y no sé si Ricardo Ricco también, corredor que en su ideario no entraba la palabra “escrúpulo”.

Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor

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