Casi un millar de ciclistas se concentraron el pasado viernes frente a la sede del Oficina del Transporte de Londres para protestar contra la inseguridad vial vivida recientemente en la capital británica, y que se saldó en seis muertos durante el mes de noviembre.
Hasta aquí, desgraciadamente, nada nuevo. Lo verdaderamente original estuvo en la protesta ya que, tras leer un manifiesto, los ciclistas se tumbaron en el suelo, inmóviles durante quince minutos, fingiendo estar muertos.
Ignoro si la protesta conseguirá sus fines en pro de la seguridad de la bicicleta, pero, desde luego, ha obtenido mucha más repercusión que una manifestación convencional. Y es que son estas medidas originales precisamente las que en España se pretenden neutralizar vía Ley de Seguridad Ciudadana.