Ha sido precisamente, ironías de la vida, tras su peor fin de semana en mucho tiempo cuando Sven Nys, el otrora rey indiscutible del ciclocross, ha regresado a ocupar un puesto entre los mejores cinco hombres de la clasificación UCI de la especialidad. Habían pasado exactamente 343 días desde que el Caníbal de Baal perdiera esa posición privilegiada en una espiral descendente que le llevó a su peor posición –la decimotercera– en la actualización del 13 de octubre. Desde entonces, dado que sus resultados respecto de la pasada campaña han mejorado de manera espectacular, ha conseguido recuperar unos puntos preciosos que le han vuelto a situar entre los mejores cinco del circuito mundial.
Al menos, esta buena noticia le servirá para endulzar un poco su nefasto fin de semana pasado, que se saldó con un quinto puesto en Amberes y un octavo en Namur, algo que, evidentemente, ha encendido las alarmas entre sus incondicionales. El corredor, inmerso en la parte final de su temporada de despedida, no quiso poner paños calientes a la situación que reconoció, nada más terminar la prueba valedera para la Copa del Mundo, que “he sentido deseos de bajarme de la bicicleta. Necesito urgentemente un descanso”.
Estas palabras, que no fueron debidamente puestas en contexto en ese momento, ha sido analizadas en multitud de ocasiones durante estos días y, por fin, ha sido el propio protagonista el que ha intentado razonarlas un poco más. Ha sido en el programa de televisión Extra Time Cross donde Nys ha vinculado su bajón deportivo con la semana cargada de eventos relacionados con la adquisición del equipo Telenet-Fidea. Asegura el de Baal que “en realidad, durante toda la semana tenía la sensación de que ese mal fin de semana estaba llegando. Tengo la necesidad urgente de tener algo de descanso durante los próximos días, porque así es imposible disfrutar de la bicicleta”. Además, reconoció que durante las carreras de Amberes y Namur, “me sentí triste sobre la bici”.
Y todo ello lo relaciona Nys con el estrés y las obligaciones surgidas tras el anuncio de la adquisición por su parte del equipo Telenet-Fidea una vez que finalice la presente campaña. El corredor reconoció que para su tranquilidad y pensando únicamente en su competitividad actual, habría sido más interesante hacer el anuncio una vez acabada la temporada, pero a la vez aseguró que eso no habría sido bueno para el equipo. “No puedes seguir esperando eternamente. Si hubiésemos esperado a abril o mayo para hacer el anuncio, habríamos perdido un tiempo precioso en términos de planificación y de pretemporada. Hay muchas cosas de las que nos tenemos que ocupar y planificar. Elección de materiales, concentraciones, contrataciones… Si hubiese pospuesto todo eso, me habrían acusado de ser un mal mánager porque estaríamos en septiembre con un equipo en el que no se ha hecho prácticamente nada”.
Por todo ello, el todavía corredor asegura que “había que tomar la decisión y la tomé: anuncié el acuerdo. En ese preciso momento, te sientes relajado y aliviado y pierdes un poco el control. Eso es algo que no se hace muy evidente de cara a los demás, pero yo sí lo noté”.
Además, por primera vez ha reconocido que el peso de que todo el mundo sepa que esta es su última campaña y que, además, el final se acerca cada vez más, le está pasando factura. “Recibir tanta atención por ello está muy bien, pero también tiene cosas no tan buenas aparejadas. Están filmando un documental, un libro, se duplican las peticiones de entrevistas… son muchísimas cosas. Por ello, en ocasiones me sorprende poder estar rindiendo a este nivel. No está siendo sencillo”.