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Rigo Urán, con Froome en París / © Canondale-Drapac
Rigoberto Urán (Cannondale-Drapac) fue la grata sorpresa del pasado Tour, cuando consiguió no solo meterse en el podio de París, sino hacerlo como segundo, superando a Romain Bardet (Ag2R) y solo claudicando ante el potencial de un Chris Froome que conseguía su cuarto título. El colombiano, sigue sin embargo decidido a aprovechar su estado de forma. Ya lo probó ayer en la Clásica de San Sebastián, aunque acabó lejos, el 23º a 38 segundos de Michal Kwiatkowski. «Cuando uno termina así el Tour, hay que aprovechar la forma. Se disfrutó el domingo con el equipo y el lunes empezamos a trabajar. Tenía algunos critérium pero prefería preparar San Sebastián porque es una carrera que me gusta, de nivel, y correr con la afición vasca es bastante bonito».
«Siempre he dicho que uno siempre se prepara para ganar, pero hay que ser realistas también. Cuando vas a un Tour y hay un equipo superfuerte como el Sky terminar segundo con esa diferencia, la verdad es que me quedo a gusto. Se intentó alguna vez, pero era difícil soltar a Froome. Sabía que tenía alguna opción en la crono y me la jugué todo y me salió mejor de lo que pensaba”, ha asegurado el colombiano.
Pero para llegar al punto actual, Urán ha pasado también por algunas temporadas más oscuras: «Todo es una recompensa porque fueron dos años sin resultados en las grandes carreras, pero esto da un poco más de confianza. Yo siempre he pensado que me queda mucho ciclismo, tengo 30 años, estoy en una edad buena. He tenido problemas en algunas carreras, pero he demostrado que cuando no tengo tropiezos y estoy bien de salud puedo estar con los mejores en todos los terrenos».
Urán sigue teniendo «fe», de hecho, afirma contundente que el día que pierda la fe «es mejor dejarlo porque este es un deporte que tiene que gustar. Ganes o no ganes, tienes que disfrutar los entrenamientos, venir a Europa, correr… El día que uno pierda esa ilusión será la hora de dejarlo”.
El corredor del Cannondale-Drapac ha acabado tres veces segundo en el Giro (2013 y 2014) y una vez en el Tour (2017), por eso cree que «no es casualidad»: «Está claro que me van las carreras de tres semanas y de un día. Sigo con el sueño de ganar una grande algún día, es lo que siempre hemos apostado y esto da más confianza y compromiso para seguir trabajando”.
El próximo calendario del colombiano será el Tour de Colorado, Canadá (Québec y Montréal), el Mundial y todo el calendario de Italia hasta Lombardía.
