El Ayuntamiento de Valencia tiene la intención de reducir el tráfico rodado peatonalizando la ciudad y dando más protagonismo al transporte público, motocicletas y bicicletas. Una de las iniciativas que estudia para lograr este objetivo es la que quiere llevar a cabo en las principales vías que conectan el centro de la capital. Según explica el concejal de Circulación, Transporte y EMT, Alberto Mendoza, si el carril bici segregado y exclusivo -al estilo del que existe en la Ronda Norte- resulta finalmente inviable, se optará por un ciclocarril similar al que transcurre sobre el nuevo puente que llega hasta las Torres de Serrano. Una vía que utilizan tanto las bicicletas como los vehículos a motor, que no podrán superar los treinta kilómetros por hora.
De este modo, la ronda interior que serpentea por las calles Colón, Xàtiva, Guillem de Castro, Paseo de la Ciudadela, Blanqueries, Pintor López o plaza de Tetuán contaría con una zona de velocidad limitada. «Los que se metan en este carril ya saben que no pueden superar los treinta kilómetros y que deben ir atentos porque se van a encontrar ciclistas». El objetivo final de todos estos planes, según el edil, es «que la gente deje el coche en casa».
Y es que la bicicleta es la gran apuesta del Gobierno de Rita Barberá en materia de transporte, por ello firmaron hace tres años el acuerdo con JCDecaux para la creación del servicio de alquiler de bicicletas Valenbisi. Y es por ello también que van contra toda medida que ponga en peligro un uso cada día más popular. En este sentido, Mendoza recordó que Valencia se ha negado a aplicar la obligatoriedad del uso del casco para mayores de 18 años que circulen por la ciudad tal y como recoge la modificación de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Sólo será obligatorio para los menores de edad. «La experiencia en países como Nueva Zelanda o Israel en los que se había obligado, el uso de la bicicleta pública en núcleo urbano se redujo a la mitad. Y eso nos asusta. Recomendamos a los ciclistas que lo utilicen, pero no abogamos por su obligatoriedad».
Asimismo, el Consistorio capitalino presentará alegaciones contra la autorización que permite a los ciclistas circular en doble sentido en las calles de uno solo. «No lo vemos seguro». De igual modo, son contrarios a que se consienta circular a las bicis por las aceras. «Son para los peatones».
Ejemplo de esa recuperación del espacio para el viandante es la reconversión del área de carga, descarga y estacionamiento que utilizan los comerciantes del Mercado de Russafa y que en breve dará paso a una zona más abierta para el uso vecinal. Los vehículos que hasta ahora aparcaban ahí, lo harán apenas unos metros más alejados, pero ya en la calzada. «Queremos despejar las aceras».
Fuente: larazón.es