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Con 11 triunfos, sigue siendo el tercer corredor con más victorias en 2017 / © Movistar
Valverde está, según sus propias palabras, mejor que nunca. A los 37 años y después de partirse la rodilla en las calles de Düsseldorf, el murciano se confiesa ansioso por empezar una nueva campaña. Por volver a ponerse un dorsal. Por sentir una vez más el cosquilleo de la competición. Y, claro, por volver a levantar los brazos. Por convertirse, una vez más, en uno de los hombres más temidos del pelotón. El Imbatido, que le llamaban cuando era un chaval que soñaba con dar el salto a profesionales. Tanto, que casi cuatro meses después de decir adiós a la temporada, sigue siendo con once triunfos, el tercer corredor más laureado del año (sólo superado por los 14 de Kittel y los 12 de Sagan).
Valverde avisa, en una entrevista concedida al diario El País, se encuentra bien. Y no sólo es cosa suya. “En la grupeta, que me conocen de siempre, me dicen que estoy tan fuerte como antes por lo menos. Y ya tengo ganas de comprobarlo en carrera. Estoy impaciente” y revela que “stoy muy bien. Hago 700 kilómetros semanales entrenando”.
El hambre de triunfo de Valverde es enorme y, por ello, está dispuesto a renunciar al Tour de Francia, carrera para la que considera que Movistar debe de apostar por Nairo Quintana y Mikel Landa. “Con los fichajes que ha hecho el equipo este año, con Landa, con Nairo ahí… no quiero Tour”.
Sin tener que viajar a la Grande Boucle, el murciano considera que lo mejor para él sería “dedicarme más a hacer Giro, Vuelta y Mundial” y avisa: “el año que viene el Mundial sí que es duro, muy duro”.
Sabe que, con 37 años, la prueba en la que es el hombre con más medallas de la historia del ciclismo le deb una. “Si el director, Eusebio, me dijera, hazte tú el calendario, le diría, clásicas, Giro, Vuelta a España y Mundial. ¿Por qué? Ya me quedan pocas oportunidades para ganar el Mundial. Tengo seis medallas, pero de oro, ninguna. Y en Innsbruck es muy, muy duro. Y si todo va bien… Bueno, a ver qué tal me recupero de esto de la rodilla. Todo va bien por ahora, pero hasta que uno no empieza a correr y se ve ahí no sabe”.
