Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Altea
Alejandro Valverde, 40 años en el DNI y 127 victorias en su palmarés, es la estrella alrededor de la que gira la constelación de jóvenes figuras que Pascual Momparler, seleccionador nacional, ha concentrado estos días en Altea (Alicante) en una concentración atípica del combinado nacional.
De alguna manera, la estancia en la Costa Blanca, no muy lejos de su casa en Murcia, ha supuesto la vuelta a la normalidad para el Bala. “El confinamiento ha sido raro para todos. Creo que lo importante es que estamos aquí concentrados con la Selección”, sentenciaba en la rueda de prensa compartida junto a Pascual Momparler, Fernando Barceló y Cesáreo López, jefe de los servicios médicos de la RFEC.
Valverde ha querido agradecer “el gran esfuerzo que han tenido que hacer todos en la RFEC para que esta concentración sea una realidad”. Respecto a su condición física antes de volver a retomar la competición, el corredor de Movistar asegura que “me encuentro bien. Con ganas e ilusión. Tengo 40 años, pero de cabeza estoy muy joven y vamos a hacer lo que se pueda del calendario lo mejor posible”.
En cualquier caso, el actual campeón de España no se toma la amenaza de la COVID-19 a broma y avisa: “hay que tener muchísimo respeto. Es un virus muy duro y no se ha ido ni mucho menos. Tenemos que seguir todas las medidas habidas y por haber”.
En ese mismo sentido, se sinceraba mostrando cómo su punto de vista respecto a la enfermedad –como el de la mayoría de la población– ha cambiado en estos meses. “Nos fuimos del UAE Tour y parecía que nos habíamos librado, pero lo gordo vino después. No sólo ha cambiado el ciclismo. Está cambiando la vida para todo el mundo y en el deporte tenemos que intentar, dentro de las precauciones, que se pueda correr y que los patrocinadores se puedan lucir”. En ese mismo sentido, asegura que “me encantaría que hubiese público, pero va a ser muy difícil controlarlo”.
«Me siento capacitado para dar más al ciclismo»
Valverde, que ya dejó caer que este nuevo parón en su carrera le estaba animando a replantearse su retirada al finalizar 2021, reconoce que esa idea sigue tomando forma y fuerza en su cabeza y que, cada vez más, piensa en alargar su carrera deportiva. “Sí, es algo que he estado pensando y que veo muy posible. Sigo con la idea de terminar este año, pasar el siguiente y luego valoraré. Lo tengo en la cabeza. Me siento capacitado para dar más al ciclismo”.
Respecto al Tour de Francia, la gran cita sobre la que pivota cada campaña ciclista y, con más motivo, la de este extraño 2020, el Bala explica que “va a ser un Tour muy diferente” aunque deja claro que para él la carrera será algo más que la pelea por los objetivos concretos de la misma. “Creo que puede ser una gran preparación de cara al Mundial. Casi no tienes que entrenar para llegar bien”.
Durante los meses de confinamiento hubo países, especialmente Bélgica y Países Bajos, que vivieron un encierro mucho más relajado que España, Italia o Francia. Eso hizo sonar las alarmas de un posible regreso a la competición con un pelotón a dos velocidades. Valverde reconoce que “al principio, pensaba que sí iba a ser así porque había países que podían entrenar. Después de salir a la carretera y del mes y pico que llevamos entrenando con normalidad, no creo que vaya a haber grandes diferencias. Vamos a estar todos muy parecidos. Si el Tour hubiese empezado a los 20 días del confinamiento, seguro que hubiese habido dos velocidades. Incluso, quizás lo veamos en las primeras carreras, un poco, pero no en el Tour”.
«Igual elegiría el oro olímpico a otro mundial»
Preguntado si preferiría, a día de hoy, alzarse con su segundo Mundial o con colgarse su primer oro olímpico, el murciano sonríe y reconoce que “es una pregunta muy difícil. Ya he sido campeón del mundo, pero siempre da gusto serlo más de una vez. No he sido nunca campeón olímpico, así que igual lo elegiría, pero no lo sé”.
De cara al Mundial, Valverde vuelve a ver su nombre entre la nómina de grandes favoritos al triunfo, como sucedió hace dos años en Innsbruck. Pese a ello, el propio corredor murciano ve algunas diferencias. “Innsbruck era la gran oportunidad. Se dieron muchísimas circunstancias para poder conseguirlo”.
Dicho eso, reconoce que “me veo bien. El recorrido de Suiza es muy duro y exigente. Van a haber compañeros en la selección a los que también les puede venir bien. Mompa tiene que decidir, pero quizás podamos jugar varias cartas. Yo creo que puedo luchar por él”.
En una temporada tan cargada y complicada de cuadrar, Valverde reconoce que llegar bien a “las clásicas como la Lieja va a ser difícil. A los tres días tienes la Vuelta. Hay que alargar la forma muchísimo tiempo. Terminaremos el Tour, haremos lo mejor posible el Mundial y luego veremos si me centro en la Lieja al cien por cien o si descanso un poco pensando en la Vuelta. Ya veremos cómo lo hacemos”.
Movistar llevará al Tour un equipo centrado en la figura de Enric Mas, el joven valor del ciclismo español -dos años consecutivos TOP Ciclo 21 sub-26– al que Alberto Contador señaló en su día como su heredero natural. “Enric quiere hacer el Tour, quiere hacerlo bien y lo quiere ganar, pero también sabe que que seguramente necesita algo más de aprendizaje. No hay que meterle presión”, analiza Valverde que, a la vez, piensa que la previsible falta de control que se pueda producir en las pruebas por etapas de este año “puede beneficiar a Mas. Es un corredor que sabe correr muy a lo loco, sin tener un guion planeado y la situación actual le puede venir bien”.
Una locura de concentración
En contraste con la veteranía del murciano, Fernando Barceló actuó en la rueda de prensa celebrada en Altea como representante de esa camada de jóvenes ciclistas que deben tomar el relevo del Bala en los próximos años y a los que Momparler quiere ir incorporando al combinado nacional.
El corredor aragonés, que este año ha dado el salto al World Tour de la mano del equipo Cofidis, reconoce sentirse “muy ilusionado. Cuando me llamó Momparler me pareció un poco una locura salir de casa, de tu zona de confort y de la seguridad que tienes, pero una vez que hemos llegado aquí me he sentido muy tranquilo porque el doctor y todos los responsables de la RFEC están haciendo un gran trabajo. Estamos poniendo todas las medidas para que no pase nada”.
Respecto a la convivencia con el líder de la Selección, Barceló reconoce que “estar con Valverde es brutal. Le estáis preguntando por su edad y me parece una tontería… hoy hemos entrenado con él y creo que tenemos Valverde para rato”.
El corredor de Cofidis ha adelantado que “este año el equipo ya me ha dicho que, salvo que pase algo, estaré en la Vuelta a España. Iré con la idea de hacerlo lo mejor posible y buscar alguna etapa rematando las oportunidades que tenga. Creo que voy a llegar al reinicio de la competición mejor de lo que llego después del invierno”.
Entorno controlado
En esta concentración las medidas de seguridad sanitarias se están observando al milímetro y está sirviendo a todos sus integrantes como piedra de toque de lo que puede ser la nueva realidad del ciclismo. El propio Momparler afirma que “ha sido posible porque algunos nos pusimos cabezones y Cesáreo López, jefe de servicios médicos, ha trabajado mucho para implementar las medidas de seguridad sanitarias necesarias para que el ciclismo vuelva a arrancar en España de la mano de la RFEC”.
Con el Campeonato de Europa todavía en el aire y el Mundial demasiado lejos como para pensar en él con verdades absolutas, el técnico valenciano enfoca estos días más como una concentración “de tecnificación” que como una preparación para un objetivo concreto, aunque sí concede que “el objetivo principal es preparar el Campeonato de Europa, que queremos disputarlo. Somos de los pocos en el mundo que podemos disfrutar de una leyenda del deporte como Alejandro Valverde. Él es siempre el primero en estar con nosotros. Yo quería que él viniera y enseñara a los jóvenes que vienen empujando fuerte y bien desde abajo. Que pudieran compartir pedaladas con Alejandro y que él pudiera transmitirles todos esos secretos que él conoce por su veteranía”.
De hecho, el murciano –quíntuple vencedor del TOP Ciclo 21– fue uno de los artífices de estos días en la Costa Blanca. Momparler asegura que “hablé con Alejandro por whatsapp. Ambos teníamos ganas de empezar. La idea surgió cuando vimos que no íbamos a poder hacer ninguna concentración preolímpica”.
Mientras que los equipos y los ciclistas están apostando por concentraciones en altura para preparar los grandes retos que quedan por delante, la selección española ha optado por reunirse junto al Mediterráneo y eso responde, tal y como explica el máximo responsable del equipo, a varios motivos. “Queríamos estar con veteranos y jóvenes. Alejandro se va la semana que viene a preparar el Tour y tiempo tendrá de hacer altura. Para mi lo importante es que ellos arrancaran y que, desde allí, que los objetivos los terminen de preparar con el equipo. Una concentración en altura la tenía que hacer de 15 días mínimo y no iban a poder venir muchos”.
Uno de los grandes ausentes en esta concentración es el alavés Mikel Landa que, en cualquier caso, ya ha manifestado en redes sociales su deseo de poder estar junto al resto de los seleccionados. El corredor de Bahrain, que nunca ha terminado de encontrar un hueco fijo en el combinado nacional, cuenta en los planes de Momparler. “Hablo mucho con todos y, evidentemente, con Mikel también”, asegura el valenciano. “El año pasado visitamos a los ciclistas durante el Tour y les dijimos que yo contaba con todos ellos. Landa, si está bien, estará en el Mundial. ¿Liderando? Vamos a ver cómo terminan el Tour cada uno. Eso dirá quién es el líder. Quiero que esté con nosotros. Yo se lo he transmitido una y mil veces. Ya habéis visto el tuit que ha puesto. Él, como otros muchos, quería estar; pero tenían compromisos con sus equipos y yo eso lo respeto”.
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