Tras perderse por enfermedad una París-Niza donde Gorka Izagirre acabó 4º, Alejandro Valverde (2º en el TOP Ciclo 21 tras Contador) regresará finalmente a la competición en la 97ª Volta a Catalunya (lunes 20 – domingo 26 de marzo). El murciano, ganador de las Vueltas a Murcia y Andalucía en 2017, contará a su disposición con un equipo formado por el local Marc Soler, Imanol Erviti, el costarricense Andrey Amador, José Joaquín Rojas, Rubén Fernández, Jonathan Castroviejo y el portugués Nelson Oliveira. José Luis Arrieta y José Luis Laguía serán los directores deportivos.
La ronda catalana, que Valverde ganó en 2009, lideró en 2013 -hasta su abandono por caída- y honró en 2015 con tres parciales y la segunda plaza final, ofrece un recorrido ligeramente distinto al de otros años, con una CRE de 41 km en Banyoles (martes 21) y un segundo final en alto en Lo Port / Tortosa (viernes 25) que sumar a La Molina (miércoles 23), sinuosas llegadas en Calella, Igualada o Reus y el clásico cierre con ocho vueltas en la montaña de Montjuïc.
17 marzo
Los españoles Jorge Arcas, Carlos Barbero y Héctor Carretero, el italiano Daniele Bennati, el colombiano Carlos Betancur, el portugués Nuno Bico, el británico Alex Dowsett y el alemán Jasha Sütterlin -dirigidos por José Luis Jaimerena- son los representantes del Movistar, único equipo español en la línea de salida de la 108ª edición de la Milán-San Remo, puntuable para el UCI World Tour y primero de los cinco monumentos del año.
Una alineación sin opciones reales de triunfo y/o podio, pero sí para dejarse ver en la fuga del día o dar la sorpresa con sus dos hombres más veloces como Barbero o Bennati si dan circunstancias anormales de carrera. José Joaquín Rojas, que reapareció en Larciano, y Alejandro Valverde, que se reserva para la Volta a Catalunya -ambos han estado entrenando en Andorra- no estarán en la Plaza de la Catedral de la capital lombarda el sábado -10:10 salida- por lo que el grupo azul sale a tratar de truncar el guion establecido.
La Milán-San Remo ha vivido de todo en los últimos años: jornadas glaciales que obligaron incluso a partir la carrera en dos, resoluciones muy francas al sprint o peligrosas y decisivas escapadas finales. Pero sigue siendo, ante todo, el inicio de una primavera donde los ciclistas con más carácter del pelotón siempre buscan brillar, como informa el grupo de Unzue.
291 km componen un recorrido que, como siempre, se divide en dos partes. Los primeros ciento cincuenta kilómetros atraviesan las llanuras del interior, desde Milán hasta Campo Ligure, y ascienden el Passo del Turchino (km 142), punto más alto de la prueba y desde el cual un rápido descenso mete a los ciclistas -con casi cuatro horas en las piernas- en la Riviera.
Tras pasar el segundo avituallamiento -pocas citas UCI contienen esta salvedad-, arrancan los pequeños ‘Capos’: Mele (km 239), Cervo (km 244) y Berta (km 252). Exigencia añadida a una prueba que, como siempre, invita a los ataques más valientes en la Cipressa (km 269; 5,6 km al 4,1%), sobre todo en su descenso, y depara su batalla final en el Poggio (km 285; 3,7 km al 3,7%) y una tortuosa bajada hasta Corso Cavalotti y la reformada llegada en la tradicional Via Roma.
La prueba será retransmitida íntegramente en directo por esta web y tuiteada por nuestra cuenta oficial.