Van Aert sigue en racha y Van der Poel, gafado

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Nicolás Van Looy / Ciclo 21

Es checo, sí; pero la cuarta prueba puntuable para el BPost Bank era, además de la única en la que le íbamos a ver este invierno, su carrera de casa. Pero si alguien esperaba que el corredor de Etixx-Quick Step, al contrario de lo que ya avisó, se metiera en la pelea por el triunfo con los grandes dominadores de la especialidad, se equivocaba de pleno.

La carrera de Essen comenzó, como no podía ser de otra manera un día como hoy, con un minuto de silencio en memoria de Eric De Vlaeminck, fallecido ayer a la edad de 70 años. En lo meramente deportivo, pronto quedó claro que volverían a ser los tres grandes tenores de la especialidad invernal los que se encargarían de brindar el espectáculo. Mathieu van der Poel, vigente campeón del mundo y el corredor que está mostrando –como era esperable– la mejor progresión en las últimas semanas, no tuvo su mejor salida y se vio obligado a gastar muchas energías en los primeros compases de la prueba persiguiendo a un Sven Nys que sigue mostrándose muy competitivo. Tanto es así, que en el sprint bonificado consiguió llevarse esos preciados segundos. Pero eso era sólo el prólogo, la fiesta de verdad comenzaría una vez completada la segunda vuelta, cuando Van der Poel pudo, por fin, dar caza a sus dos grandes rivales, es decir, el ya mencionado Caníbal de Baal y el líder de la challenge, Wout Van Aert.

La lectura más importante que debemos de sacar de la carrera de Essen fue la evidente mejora el punto de forma del portador del maillot arcoíris. Cuando decidió tomar las riendas de la prueba, sólo Sven Nys pudo seguirle, no sin notables esfuerzos por su parte. Wout Van Aert, sin embargo, suscitó las primeras dudas del año al ser incapaz de seguir el ritmo de su joven rival. La Navidad se acerca y todo el mundo se pregunta si Van Aert será capaz de mantener su inigualable ritmo mucho tiempo más.

Van Aert gana en Essen

El caso es que le costó mucho al belga volver a cerrar el hueco, pero sería sólo para comprobar que Van der Poel tenía ganas de poner orden en un invierno que no le debe de estar gustando demasiado. Aceleró allá por la cuarta vuelta y consiguió separarse un poco de Nys y Van Aert, pero no lo suficiente como para poder decir que ya rodaba en solitario. Eso sucedería un poco más tarde, después de un nuevo acelerón que, esta vez sí, llevó a su maillot arcoíris a dominar claramente la carrera.

Pero fue entonces, cuando su diferencia superaba ya los cinco segundos y todo parecía indicar que, tras la lesión que le ha tenido apartado tanto tiempo, iba a poder, al menos, pelear por el triunfo por primera vez, cuando las cosas se torcieron y la maldición del arcoíris se volvió a cebar con él. Sufrió una avería en el cambio y tuvo que ver, impotente, cómo Nys y Van Aert le pasaban como una exhalación.

De nuevo, el triunfo se iba a decidir en los últimos metros, pero, al contrario de lo que sucedió en Koksijde hace dos semanas, Sven Nys no pudo llevar a cabo su plan de coger el interior de la última curva. Lo intentó, pero Van Aert ya se ha aprendido la lección después de aquel varapalo en la Copa del Mundo y se llevó finalmente su cuarto triunfo en otras tantas carreras en este BPost Bank 2015/16.

Mientras Michael Vanthourenhout se aprovechaba de la situación y acababa tercero, Van der Poel se tenía que conformar con una muy desdibujada octava posición, que no hace justicia a lo visto sobre el barro. Por su parte, Zdenek Stybar, que aseguró hace algunos días que “estaría contento si consigo acabar entre los diez primeros”, hizo el cortísimo paseo hasta la puerta de su casa, seguramente, muy poco contento. Terminó 20º a 3:02 del vencedor.

Tras finalizar la carrera, el propio Wout Van Aert reconoció esa sensación que muchos habíamos podido tener durante el transcurso de la misma. “No he tenido las mejores sensaciones hoy. Al principio de la carrera, estaba seguro de que no podría pelear por la victoria y estaba convencido de correr pensando en defender mi posición en la general”. Además, ha reconocido que “en la pelea con Sven Nys lo he tenido complicado. Especialmente en la zona de los tablones, he ido muy justito”. Consciente de la delicada situación que afronta, Van Aert sabe que ahora ha llegado el momento de intentar no perder tono. Sobre todo, ante la llegada de Van der Poel. Por ello, “he estado toda la semana entrenando en Calpe y mañana volveré a volar hacia allí ya que, sintiéndolo mucho por los organizadores, Overijse no estaba en mi programa desde el principio”.

Sven Nys, por su parte, sigue siendo optimista. “El año pasado, a estas alturas, ya era evidente que todo iba de mal en peor, pero hoy he seguido teniendo muy buenas sensaciones. Hoy se decidía todo en la parte final y he hecho mi apuesta, pero me he quedado clavado en el barro. Cuando apuestas por algo así, hay veces que ganas y otras que pierdes”. En cuanto a sus retos futuros, la sonrisa le afloraba cuando le hacían la gran pregunta. “¿Qué si quiero ser campeón del mundo? ¡A todo el mundo le gustaría! Hay que ver cómo vamos progresando semana a semana. Si sigo corriendo de esta manera, estoy seguro de que todavía llegará alguna victoria más”.

El más enfadado, por supuesto, era el campeón del mundo, Mathieu van der Poel. “¡Tener roturas de material en esa posición es para liarse a patadas con todo!”, reaccionaba al ser preguntado por esa avería que le ha privado de un posible primer triunfo del año. Sin embargo, se queda con las sensaciones positivas. “Mañana en Overijse voy darlo todo por conseguir el triunfo. Me sentí realmente bien desde el principio de la carrera. Creo que estaba preparado para volver a dar un nuevo acelerón en la última vuelta si hubiese sido necesario”.

La también belga Sanne Cant fue la mejor en la categoría femenina (vídeo completo), mientras que Jofre Cullell fue quinto en júniors.

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