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Van der Poel y Van Aert se verán las caras en el Tour / © Flanders Classics
El Tour de Francia 2021 ya no tiene secretos. Su recorrido se anunció el pasado domingo y sólo falta por ver si la complicadísima situación sanitaria que ahora mismo atraviesa Europa remitirá de cara al próximo verano y, por lo tanto, la Grande Boucle se puede disputar en sus fechas previstas. Allí, si nada lo impide, estarán, de nuevo, los mejores corredores del mundo luchando por sus respectivos objetivos. Algunos, claro está, por el amarillo en París. Otros, por alguno de los maillots secundarios. Un buen puñado, buscando alguna de las cotizadísimas 21 opciones para hacerse con una etapa. La mayoría, el proletariado, protegiendo a sus líderes y tratando de dejarse ver cuando la carrera lo permita.
Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix) ya ha confirmado que en 2021 debutará en el Tour de Francia. Después de quedarse sin invitación en 2020, el equipo del corredor neerlandés, ganador del Europe Tour, se ha ganado el derecho a ser invitado a todas las carreras del World Tour y la potestad de correr sólo aquellas que le interesen y, claro, el le Tour c’est le Tour.
La elección, que parece obvia, no lo ha sido tanto. La presencia de los Juegos Olímpicos de Tokio –siempre con la interrogante de la situación pandémica–, uno de sus grandes objetivos declarados, podría haber retrasado otro año más su primera experiencia francesa, pero el ganador de la pasada Vuelta a Flandes no ha tenido dudas a la hora de cargar un poco más su siempre apretado calendario.
“Todavía no estamos pensando en una planificación específica para el mes de julio”, reconoce Van der Poel, que añade que “lo que sí que está claro es que estaré tanto en el Tour como en los Juegos Olímpicos siempre que no haya ningún cambio de fechas. Todavía no sé cómo lo haremos, pero tendremos que conseguir resolver ese rompecabezas”.
Esas declaraciones, realizadas durante un encuentro con los medios de comunicación organizado por su equipo, sirvió también para que Van der Poel desvelara cuáles pueden ser sus objetivos en la Grande Boucle. “Desde luego, no pienso para nada en el maillot amarillo, pero el verde sí podría ser una opción. Es verdad que, sobre el papel, las dos primeras etapas pueden ser buenas para corredores como yo, pero ahora mismo no puedo adelantar cómo me sentiré una vez llegue el momento de debutar”, explicaba sobre esa opción de poder vestir uno de los primeros maillots de líder de la carrera.
En cuanto a esa clasificación de la regularidad, sí reconoció que “si se presenta la oportunidad, quiero luchar por el maillot verde, pero creo que todo dependerá de cómo vayan las cosas en la primera semana. Si se trata de un objetivo realista lo descubriremos en esos primeros días”.
Van der Poel seguía analizando la próxima edición de la Grande Boucle reconociendo que “todavía tengo que mirar el recorrido al detalle. Pensar ahora en dónde puedo tener las mejores opciones para conseguir un triunfo es algo que no estoy haciendo, pero el objetivo del equipo tiene que ser conseguir alguna etapa. Si piensas en cuántos equipos se marchan cada año del Tour con las manos vacías, ese botín supondría un éxito para nosotros”.
