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La avería que acabó con la carrera de Van der Poel en Gavere / © Play Sports
No fue, ni mucho menos, el mejor día en la carrera deportiva de Mathieu van der Poel. Es cierto, claro, que lo sucedido ayer en Gavere no se puede comparar con lo que sufrió el holandés el pasado mes de febrero en Bieles, pero liderar una carrera, de forma tan autoritaria, durante seis vueltas y media para acabar sufriendo por mantener el tercer puesto fue, a todas luces, una de esas injusticias deportivas que tan atractivo hacen el ciclismo en general y, en concreto, el ciclocross.
Un doble pinchazo de Toon Aerts –sin el que él sería hoy el nombre propio del fin de semana– y, sobre todo, un pinchazo y una rotura del cambio de Mathieu van der Poel, sirvieron en bandeja el triunfo a un Wout Van Aert que, una vez más, no fue el más fuerte, pero que supo jugar sus cartas hasta el final. Pero la mala fortuna no había terminado en el barro para el dominador de esta campaña ya que, tras terminar la prueba, Van der Poel se marchó directamente al Hospital Universitario de Herentals para determinar la gravedad de una herida sufrida en su rodilla durante la disputa de la quinta puntuable del Superprestigio.
El veredicto, al menos en principio, no es grave. La herida es profunda y requerirá de ciertos cuidados especiales que, aunque no ponen en jaque la temporada del holandés, obligarán a Van der Poel a realizar un parón en sus entrenamientos durante los próximos días. El periodo exacto no ha sido confirmado ni por parte del corredor ni por la de sus galenos, aunque por el momento su participación en la cuarta puntuable de la Copa del Mundo que se disputa el próximo domingo en Bogense (Dinamarca) no corre peligro.
