Hace exactamente once meses cuando en plena disputa del Tour del Porvenir, una de las últimas grandes pruebas de ruta antes del inicio de la temporada, Mathieu van der Poel se iba al suelo lesionándose la rodilla. Durante demasiado tiempo estuvo el holandés intentando evitar el paso por el quirófano. Primero, se hablaba de una semana de inactividad que pronto pasó a convertirse en un periodo de 15 días apartado de la bicicleta. Cuando finalmente retomó los entrenamientos, se evidenció el drama: su rodilla no aguantaba y el paso por el quirófano se hizo inevitable. Finalmente, y tras perderse toda la parte inicial de la campaña y cualquier opción a hacer algo importante en las tres challenges, Van der Poel pudo retomar la competición bien entrado el mes de noviembre con la única esperanza de salvar su año con un buen mundial, algo que luego tampoco sucedió.
Sea como fuere, el jovencísimo corredor de Países Bajos parecía haber dejado atrás todos sus problemas físicos. Intentó un triple salto mortal para, aprovechando su buen estado de forma en ese tramo final de la campaña, ganarse un puesto en la prueba de bicicleta de montaña de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero finalmente su sueño olímpico se estrelló contra la pura realidad de ser incapaz de adaptarse tan rápidamente a la nueva disciplina.
Pero lo más grave para Van der Poel es que un año después parece que la pesadilla se vuelve a repetir y cuando el calor del verano y el recién terminado Tour de Francia hacen complicado pensar en el próximo comienzo de la campaña de ciclocross, los problemas de rodilla han reaparecido poniendo en grave riesgo el inicio de la temporada 2016/2017 del holandés y, por lo tanto, sus opciones en la Copa del Mundo, el Súperprestigio y el renombrado Trofeo DVV Verzekeringen.
Van der Poel debe de ser operado ahora de las dos rodillas y tendrá que observar un periodo de reposo absoluto de tres semanas. Pero esta no es la peor de las noticias que podía recibir el joven holandés. Para él, lo más grave es que los médicos han comprobado que ha sufrido una importante recaída y empeoramiento en su rodilla izquierda, algo que les ha dejado muy desconcertados tras la operación a la que se sometió el pasado año y que debería de haber solucionado esa dolencia de manera definitiva.
Su equipo, el Beobank-Corendon ha explicado a través de un comunicado que “la preparación de cara a la nueva temporada de Mathieu van der Poel sufre un importante retraso. El campeón holandés ha podido completar su programa de carreras y entrenamientos, pero experimentó una ligera molestia en ambas rodillas” durante todo ese programa de preparación.
Por ello, Van der Poel acudió a la consulta del doctor Toon Claes, que ya participó en su tratamiento el pasado año que informó al corredor de que “ha aparecido una pequeña grieta en la envoltura de la rodilla derecha”. A ese diagnóstico se sumó el de la rodilla izquierda, en la que se aprecia “una inflamación a causa de la fricción entre el cartílago y el tendón”.
Por todo ello, Van der Poel pasará ahora por el quirófano y deberá de descansar, al menos, durante tres semanas.