Redacción / Ciclo21
La mejor corredora del mundo en carretera llega al equipo español Movistar, en un movimiento que ha tambaleado los cimientos del mercado 2021 femenino y por el que convierte automáticamente a la estructura telefónica en un referente a todos los niveles.
La firma de contrato unirá a la neerlandesa Annemiek van Vleuten, que cumplirá 38 años el 8 de octubre, con Movistar las temporadas 2021 y 2022. La actual arcoíris pone fin a una relación de 5 temporadas con Mitchelton-Scott en los que ha conseguido sus mayores éxitos como corredora profesional, con dos victorias en el Giro de Italia y La Course by Le Tour de France más un par de Strade Bianche o una Lieja-Bastogne-Lieja, además del mencionado campeonato mundial, hasta alcanzar las 72 victorias y una racha triunfal que abarca el final del año 2019 y este especial 2020 con seis victorias consecutivas, tres de ellas en España y dos en Navarra concretamente. Su nuevo destino.
La compañía telefónica española cree que es importante crear una imagen amigable con el deporte femenino también a través del ciclismo. Después de tres años desde su formación, la escuadra de Eusebio Unzué invierte deliberadamente en mejorar esa rama del equipo.
Otro factor importante ha sido el proveedor de bicicletas Canyon. A finales de este año, la marca de bicicletas verá como otra mega estrella saldrá del Canyon-SRAM, como es la actual campeona del mundo de BTT Pauline Ferrand-Prévot. La llegada de Van Vleuten a Movistar es por supuesto una gran alternativa, por eso la intención del fabricante alemán de bicicletas también fue decisiva para el desembarco de Van Vleuten hasta 2022.
Annemiek van Vleuten: “Mi vínculo con el Movistar Team viene de muy atrás. Fui conociendo mejor al equipo en unas concentraciones en altura en Sierra Nevada que hice en 2014, y en las que coincidí con parte del equipo masculino. Uno de los entrenadores me invitó a rodar un día con ellos y la experiencia me encantó. Para mí fueron desde el primer momento como mi “familia española”. Me sentí muy a gusto, fueron el primer equipo de chicos que me invitó a entrenar con ellos en días largos, y el ambiente era muy agradable. Entrenamos tranquilos, me esperaban después de las subidas, cada uno hacía su trabajo y cada día, después de la cena, se notaba que había buen rollo en el equipo, se juntaban para estar un rato más en lugar de volver a sus habitaciones… ¡Incluso algún día jugué a tenis de mesa con Alejandro Valverde! (Ríe)
Con el equipo femenino, la sensación es la misma. Me parecen un grupo de chicas maravilloso y me transmiten esa misma sensación que viví con los chicos en Sierra Nevada. El proyecto como tal me atrae, tengo también muchas ganas de trabajar con todo el staff y he hablado ya con el responsable de rendimiento, Patxi Vila. Tengo ganas de mejorar junto a todos ellos, de disfrutar estos años que vienen juntos y quiero seguir explotando lo que llevo dentro. Y si se puede, también, mejorar sobre la bici de crono. En ese sentido, trabajar con Canyon, una bici que me parece de lo más avanzado que hay en el pelotón actualmente, es otra gran ilusión.
Ya no soy la más joven del pelotón, pero sí soy súper ambiciosa y quiero hacerlo muy bien con este equipo. No está en mi cabeza pensar en la retirada, ni mucho menos. Ahora mismo lo que me importa es seguir mejorando. Ojalá que unirme a este equipo y disfrutar de este nuevo ambiente me dé nuevas energías. Además de mejorar ese rendimiento, veo esta oportunidad como un buen momento para unirme a un equipo de chicas jóvenes que, tras estos años de crecimiento del Movistar Team, seguro que pueden aprovechar tener alguien como yo al lado, que les transmita esas pequeñas cosas, esos consejos tan importantes para dar el último gran salto. Me gusta trabajar con talentos jóvenes, y ayudarles a ellas y apoyar también al ciclismo español es un objetivo más para mí aquí.
Seguro que voy a aspirar a ganar carreras con el equipo, pero no soy alguien que busque ganar cada carrera para sí misma. La felicidad que te da llegar a meta después de haber ayudado a una compañera, la sonrisa de agradecimiento que recibes… eso no tiene precio. Vale más que ganar tú misma. Ojalá podamos aprovechar esa vigilancia que pondrán todas sobre mí para ayudar a otras compañeras a lograr los éxitos.
Y sobre la cultura latina: sí, la verdad es que ya me siento como si tuviese sangre latina. Me siento en casa cuando viajo al sur de Europa y me encanta la mentalidad española. Su sentido del humor, el ambiente de grupo que hay, facilitan mucho la integración y seguro que me ayudarán a caminar lejos. Son gente que entrena duro, pero también sabe divertirse. Y una ciclista feliz es mucho más fuerte”.