En febrero de 2002 el ciclismo belga vivía una especie de fiesta grande. El circuito de Zolder, que meses más tarde acogería también el mundial de ruta, se convertía en la quintaesencia de la explosión definitiva del ciclocross como gran entretenimiento nacional en los meses de invierno al registrar un lleno histórico aquel frío domingo en el que se iban a poner en juego los maillot arcoíris entre los mejores especialistas del mundo. El fenómeno Nys había llegado para quedarse y con cinco medallas de doce posibles (incluido el oro, plata y bronce de la categoría elite masculina), los chicos de Eric De Vlaeminck inauguraban una era de la que Wout Van Aert, que entonces sólo tenía 8 años, es digno heredero.
Tras aquella cita que, insistimos, fue el principio de una era que sigue dominada por los belgas, Rudy De Bie fue el encargado de tomar el relevo de De Vlaeminck al frente del combinado nacional. Su sabiduría y, sobre todo, sus formas, consiguieron crear un grupo de súperclases más o menos cohesionado que, salvo contadas –y sonadas– excepciones, supo anteponer el interés común al individual en un complicadísimo juego de equilibrios que siempre –todavía hoy– parece que va a estallar en una cruenta guerra civil.
Hoy, 1 de agosto de 2017, esa etapa de quince años de De Bie al frente del combinado nacional toca a su fin con el relevo al frente de la selección a cargo del que en muchas ocasiones fuera su pupilo, Sven Vanthourenhout. Un relevo al que desde la federación belga (KBWB) han querido dar una pátina de normalidad, pero que esconde, como reconoce el ya ex seleccionador, una ruptura menos amistosa que la que se vende desde la federación.
Rudy De Bie ha sido el hombre elegido por Cycling Vlaanderen, la federación regional, para poner en marcha y desarrollar un nuevo proyecto de descubrimiento y desarrollo de talentos jóvenes en el ciclocross. “Es el hombre adecuado para ello. La iniciativa rompe con muchos años de tradición y quiere darle al ciclocross de base un nuevo enfoque más moderno. Rudy De Bie es la persona adecuada para ese trabajo y el tiempo y dedicación necesaria para este trabajo imposibilita que pueda combinar esa tarea con la de seleccionador nacional”, explicaba el comunicado de prensa con el que Belgian Cycling anunciaba, hace un par de semanas, la decisión de cesar, a partir de hoy, al que ha sido su seleccionador durante 15 años.
Sin embargo, De Bie no comparte el entusiasmo con el que la federación se deshace en halagos hacia su persona. En palabras del ya ex seleccionador, la decisión fue “una sorpresa tremenda” para él. Una decisión de la que, además, critica las formas. “Me llamaron por la mañana para preguntarme si podía ir hasta las oficinas de la federación en Gante. Al llegar, me informaron de que habían tomado la decisión de asignarme una nueva función en Cycling Vlaanderen y que ya no era el seleccionador. Para mí ha sido una sorpresa enorme. Durante los últimos meses o semanas no había percibido ninguna señal que me hiciera pensar en esto”.
De Bie no esconde que “me siento decepcionado porque había imaginado que mi despedida del equipo nacional sería de otra manera” aunque añadía que “es bonito haber recibido otra función. Siempre me ha gustado trabajar con la juventud”.
Su sucesor no será otro que Sven Vanthourenhout, hasta ayer mismo hombre de absoluta confianza de Sven Nys tanto en su etapa como corredor como, hasta ayer mismo, en el organigrama técnico de Telenet-Fidea Lions, donde supervisó el programa de verano del equipo hasta el último día de julio.