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El lunes estará operativo Son Moix, aunque
tardaremos en ver una imagen así. Foto: Román Mendoza
Aunque la mitad del territorio nacional entrará mañana en la fase I de la ‘desescalada’, no habrá cambios en las limitaciones horarias o geográficas que tienen los distintos ciclistas a la hora de ejercer su profesión o su ocio, siempre de forma individual. Bueno, me estoy refiriendo a los ciclistas profesionales, a los considerados de alto nivel, a los federados y a los no federados, porque eso de los ‘deportistas de interés nacional’ quedará como uno de los mayores ‘secretos’ del deporte nacional.
La única diferencia radicará en que se podrán usar los velódromos, con cita previa, y otras circunstancias muy restrictivas, en gran medida marcadas por los propietarios de las instalaciones que, en su mayor parte, suelen ser los Ayuntamientos. En todo caso, como se establece en el Protocolo del CSD, deberán dotarse de puntos de control de acceso especial, provistos de material de desinfección y aislamiento, de elementos técnicos que permitan comprobar la temperatura de las personas que accedan al recinto, y circuitos cerrados de televisión, algo que, suponemos muy pocos tienen actualmente. Y aplicar las normas de limpieza de instalaciones y desinfección, al menos dos veces al día. En cuanto a los ciclistas, deberán llevar guantes protectores y tendrán cuidado de no tocar en lo posible los objetos o equipamientos de uso colectivo, así como respetar la distancia de seguridad que, teniendo en cuenta la velocidad de la bicicleta, se establecía la semana pasada en 10 metros. Igualmente, tendrá que haber material (guantes, mascarillas, gel desinfectante…) a disposición de los deportistas. Cualquier tipo de zona común -gimnasios, vestuarios…- permanecerá cerrada o será simplemente de paso, sin poder permanecer en la misma. Obviamente la utilización compartida de bicicletas, algo común en muchos recintos, parece poco recomendable.
En color oscuro, las CCAA, provincias y municipios que se mantienen en la Fase 0.
El uso se circunscribe, lógicamente, a los velódromos ubicados en las provincias o comarcas autorizadas a entrar en la fase I y siempre para instalaciones al aire libre, por lo que -por uno u otro motivo- quedan fuera los de Anoeta, Tafalla, Valencia, Galapagar, Dos Hermanas, Barcelona, San Vicente del Raspeig, Tomelloso o Valladolid, aunque sí se podrían usar los de Zaragoza, La Morgal, Lardero, Mérida, Molina de Segura, Torrepacheco o Bérriz, por poner unos pocos ejemplos. Y en un sentido estricto, a estas instalaciones solamente podrían acceder los deportistas de alto nivel o profesionales de la provincia respectiva -salvo los vascos, que se pueden mover por todo Euskadi-, que podrían ir acompañados de su entrenador. En el caso de los federados, al aplicarse la cita previa, no hay restricciones horarias, como tampoco se aplica la limitación geográfica, permitiéndose el desplazamiento en la misma provincia para acceder al velódromo. En todo caso, tendrán que atenerse a la normativa en vigor, y siempre sin acompañantes. Y ojo: tan federado es un ciclista junior o master como un cicloturista, pero también un técnico o un árbitro a la hora de aplicar esta regulación.
También se podría acceder en este primer escalón de la desescalada a los Centros de Alto Rendimiento, que en el caso del ciclismo no está muy claro cuáles son. Sabemos que lo es el de Valencia, en el Luis Puig, como se estableció en la resolución de 16 de enero de 2019 del CSD, aunque no vaya a estar operativo la próxima semana ya que Valencia continúa en la fase 0. En cuanto al Velódromo Illes Balears, parece que sigue manteniendo esa calificación que obtuvo en 2014, pero no hemos podido confirmarlo al cien por cien. Es lo de menos: lo que sí es seguro que no va a estar operativo en las próximas fechas porque el Ayuntamiento de Palma ha decidido en estos instantes volcar sus esfuerzos con la antigua pero rehabilitada instalación de Son Moix, aunque con la cita previa y las demás limitaciones ya comentadas.
