Vicente García de Mateos (19 de septiembre de 1988, nacido en Manzanares y residente en Argamasilla de Alba, Ciudad Real) tenía un plan y le salió casi perfecto. Entrenó como si en enero fuera la Volta a Portugal y se presentó en la Challenge de Mallorca con las baterías cargadas a tope, más que muchos de los corredores que acudieron a la isla para sumar sus primeros kilómetros de competición y resoplidos inaugurales. El manchego, vestido con la nueva ropa Inverse de la selección española, firmó dos décimos puestos en Campos y en el ascenso al Mirador d’Es Colomer y, sobre todo, un tercero bajo el aguacero del rompepiernas Trofeo Deià, solo superado por la intratable pareja del Lotto, Bart Wellens y Louis Vervaeke, cediendo menos de medio minuto. Por detrás, entre otros, Valverde y Benoot.
Un magnífico saldo que tampoco le sorprende demasiado. «Estoy muy contento del arranque del año. Ya me notaba fuerte entrenando y esperaba algo así. Tenía bastante confianza con respecto al año pasado y éso facilita cosas, confías más en ti y al final llegan los resultados. Y ahora era un buen momento para presentarse así en Mallorca cuando ellos tienen sus objetivos en el calendario más adelante. Planteé así mi estrategia y ha salido bastante bien el entrenar muy fuerte en invierno».
Un García de Mateos que tiene repartidas las bicicletas de carretera y de pista con España. «El seleccionador Salva Meliá cuenta conmigo y voy a seguir haciendo pista. El objetivo es el Mundial de Hong Kong donde trataremos de quedar entre los ocho primeros en persecución por equipos si antes nos clasificamos tras las mangas de la Copa del Mundo de Cali y Los Ángeles. Me gustaría participar también en la persecución individual, pero ya se decidirá tras la concentración previa que tendremos en Palma. ¿Omnium? No me lo planteo porque hay gente como Torres, Mora y Teruel que lo hacen y no soy nadie para meterme ahí».
E insiste en los beneficios del velódromo como comparten figuras como Viviani, Gaviria, Coquard o la pareja española campeones del mundo y europea. «Desde que llevo haciendo pista lo he notado muchísimo. Si he mejorado en subida ha sido gracias a la pista. Como me duelen las piernas en el velódromo jamás lo he sentido en la carretera. Llevo compaginándolo ya 3 años y más que seguiré. Me aporta mucho nivel».
Ahora de momento -ausente en las mangas americanas- seguirá en la ruta para empezar un año más con el Louletano portugués. «Por temas de calendario hago ahora Algarve y Alentejo. Con Meliá y la selección no ha habido problema para no estar ahora en la pista y nos pondremos manos a la obra para marzo. Mis sensaciones siguen siendo iguales o mejores que en Mallorca así que espero al menos repetir la misma actuación que en Mallorca. ¿Una etapa? Dios te oiga».
Y tras la cita mundialista, la Volta a Portugal será de nuevo su foco principal, una prueba en la que ha ganado dos etapas en 2016 y 2015. «Allí hay que estar siempre al doscientos por ciento. Se corre siempre como en amateurs, a tope, sin tregua, lo que la hace muy dura».
Aunque antes tendrá el Campeonato de España de fondo en carretera donde sigue teniendo una deuda personal pendiente. «Nunca he sido campeón de España en ninguna modalidad ni categoría aunque sí podios. En profesionales ya llevo dos repitiendo el sexto puesto. El año pasado en Cocentaina fui el tercero del grupo y de no ser por esa fuga rara que se formó al final hubiera sido medalla seguro. Me hubiera gustado más dureza en el circuito y tengo esa espina clavada porque siempre he estado ahí delante. Un reto pendiente».
El año pasado tuvo opción de ir de nuevo a Japón -ya estuvo en Matrix media temporada en 2013-, pero la rechazó. «Japón está muy lejos y estoy mucho mejor y más cómodo en Louletano donde me recompensan deportiva y económicamente. Aquí ya tengo estatus de líder y soy el hombre de referencia».
No obstante, como todos, sigue esperando esa oportunidad de elite. «Espero que los resultados sigan así de buenos para ver si surge alguna opción de ascender a un equipo world tour. Si me dieran la oportunidad sé que no la desaprovecharía, pero ya sabemos cómo está el panorama en España para ser profesional del ciclismo. Por eso vienen muy bien este tipo de carreras ante los equipos de primera división como Lotto, Movistar o Sky en Mallorca para dejarse ver«.
Y este año tendrá la compañía de su hermano Raúl, que tiene el curioso caso de haber sido profesional en cuatro épocas diferentes con sus correspondientes recalificaciones. «Tuvo un pequeño parón y dejó de correr aunque siguió entrenando. El equipo se ha reforzado en torno a mí y le pregunté si sería capaz de ayudarme. Me dijo que sí, se lo comenté al equipo y le ficharon. Entrenando tiene buen nivel, pero otra cosa es a la hora de correr».