Victoria de Óscar Pujol en Japón (vídeo)

Urtasun (izquierda) y Pujol © facebook

Urtasun (izquierda) y Pujol © facebook

Del “no lo sé chicos” al puño en alto hay una mañana de distancia. De una salida dubitativa a una llegada victoriosa. Óscar Pujol eliminaba sus dudas brazos en alto, con júbilo. Se imponía con autoridad, con apenas 25 segundos, de los que saben a gloria. Suya era la cima de Ibukiyama, final en alto de la segunda prueba del Japan Protour. Pablo Urtasun firmaría el doblete del Team Ukyo.

El “no lo sé” precedió a su victoria, por la mañana, al levantarse de la cama: “la carrera me venía bien, pero tanto en Taiwan como en las pruebas anteriores en Japón he trabajado para el equipo, por lo que realmente no sabía cuál era mi nivel de cara a la victoria”, reconocía aún con el sabor a sudor salino en su boca.

El “ya veremos” vino de salida. El ambiente acompañaba: “cuando ves la carpa del equipo abierta, los coches, las furgonetas, un poco me olía al ciclocross de España, era el inicio de las buenas sensaciones”, reconocía pícaro.

La prueba, corta pero absolutamente intensa, con 11 kilómetros de ascenso al coloso de Ibukiyama, le llevó al “quizás se pueda”: “Doi ha trabajado de lo lindo para hacer la primera selección, con unas 30 unidades en la que claramente se veía que nos la íbamos a jugar contra los hombres de Mátrix”, admitia mientras miraba para atrás buscando a sus compañeros de equipo a su llegada a meta, que eran inmediatamente informados de la victoria.

El “lo intentamos en serio” lo marcó Pablo Urtasun: “a falta de cinco kilómetros Pablo salió con fuerza, pero desde el Team Matrix, el otro tridente español formado por Toribio, Airán Fernández y Benjamí Prades se encargó de anular su fuga. Se veía que la lucha era entre nosotros”, admitía entre movimientos de cabeza hacia arriba y abajo mientras apuraba ansioso un nuevo bidón de agua.

Pero el “ahora o nunca” surgió de sus piernas: “a falta de tres kilómetros ya salté con todas mis ganas. En ese momento no miré para detrás, no me interesaba. Sabía que Pablo se encontraba bien e iba a trabajar para cortar todo intento de persecución”, susurraba con picardía.

Por eso el “puño en alto” no se hizo esperar: “los 25 segundos se mantenían, he tenido tiempo para disfrutar, para celebrarlo sin agobios y encima Pablo ha podido hacer segundo, no se puede pedir más”, admitía mientras abrazaba al corredor vasco.

Al podio subió con retraso, porque las celebraciones a veces son más “de a pie”, con los del equipo. En todo caso, las cosas marchan. El otro día ganó Urtasun, hoy él. Y en la general del Japan Protour, puestos invertidos al día de hoy: Primero Pablo, segundo él. Pujol tira de nuevo de su sonrisa, aunque reconoce que “me ha faltado público en los kilómetros finales, es una pena que no dejaran subir a la gente, eso anima más”. Los pequeños “peros” del gran Óscar Pujol.

Fuente: Rafa Simón. Prensa Óscar Pujol

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*