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Joaquim Vilaplana, candidato a la presidencia de la FCC © Facebook
Después de seis años de vicepresidente, Joaquim Vilaplana (1957, Sant Vicenç dels Horts) anuncia su candidatura a la presidencia de la Federació Catalana de Ciclisme para las elecciones previstas este diciembre. Es consciente de que “el ciclismo catalán tiene recorrido, sobre todo partiendo de una situación de estabilidad”, pero que “se debe gestionar con criterio y siempre tocando con los pies en el suelo”. Para Vilaplana, debe valorarse la buena gestión económica hecha por la Junta saliente, situar el ciclismo de base como punto de partida y dar respuesta a la actividad en todas las modalidades.
Vilaplana es ingeniero electrónico y especialista en gestión de recursos humanos y equipos de trabajo. Ha estado ligado de una forma u otra al ciclismo desde 1983, siendo doce años presidente de la Penya Ciclista Bons Amics, y en los últimos seis años ha sido vicepresidente de la Junta de la Federació Catalana de Ciclisme, siendo delegado por Barcelona y coordinador de los centros de tecnificación y de seguridad vial.
El vicentino defiende un legado del último mandato en que “con todo lo que se tiene al alcance, se ha demostrado que se pueden sacar resultados positivos de una gestión seria”. Por delante sitúa la estabilidad económica conseguido, un aumento de la actividad deportiva, logrando “calendarios competitivos en todas las modalidades”, y la mejora de la red de tecnificación de base, consolidando el CTE Ripoll y creando nuevos centros en la Residencia Blume de Esplugues y en Lleida, en las instalaciones de Vila-sana. Todo ello sin olvidar que la Junta tuvo que darle la vuelta a “una situación crítica”, llegando al superávit después de encontrarse una importante deuda económica, gracias a una gestión adecuada de los recursos disponibles.
Vilaplana apunta a la necesidad de “huir de fórmulas grandilocuentes y espectaculares que pueden llegar a hipotecar nuestra Federación, como ya se ha visto en el pasado”. La prioridad es la de trabajar con objetivos posibles, y deja claro algunos de sus retos: fortalecer el ciclismo femenino, continuar trabajando en el ciclismo de base para conseguir un buen nivel de tecnificación, mejorar la comunicación y las redes sociales y ser transversales, en una Federación que tiene claro que “el cicloturismo es clave para que la estructura federativa sea sostenible”.
“La bicicleta incluye un mundo muy amplio: movilidad, ocio, deporte, competición, salud, medio ambiente… y desde la FCC eso nos motiva a trabajar en todo el espectro”, explica señalando la iniciativa llevada a cabo con la reciente creación de la Plataforma en Defensa de la Bicicleta, que aglutina diferentes colectivos ciclistas con un objetivo común.
Vilaplana concluye que su compromiso es el de «trabajar para la actividad transversal y la promoción, desde abajo. Nuestro proyecto es el de continuar dando apoyo a la creación de escuelas de ciclismo, pero de forma sostenible, distribuidas de forma adecuada por el territorio, con técnicos cualificados y espacios habilitados que garanticen la seguridad”, continua el vicentino, que confía en un equipo solvente y experimentado para seguir haciendo del ciclismo catalán una estructura sólida sobre la que seguir creciendo.
