Redacción / Ciclo 21
Dieciséis años de experiencia en el pelotón profesional a sus espaldas le convierten en una voz autorizada. El italiano Giovanni Visconti (Vini Zabù-KTM) se muestra preocupado ante la pandemia de coronavirus que ha golpeado a su país y al mundo entero. «Nuestro concepto de normalidad ya no será tan obvio después de lo que nos está pasando», declara el veterano ciclista de 37 años en una entrevista para Tuttobiciweb.
Confinado en su domicilio de Larciano, en la Toscana, habla con el medio italiano después de una salida con la mountain bike, una opción más segura que la carretera, en su opinión: «Todavía no hay luz verde para todos los profesionales y no quiero arriesgarme. Hay demasiadas personas que no se comportan civilizadamente con los ciclistas. Al comienzo del confinamiento nos vimos obligados a dejar de entrenar porque se produjeron ataques y atropellos de conductores sobre los ciclistas».
Visconti se muestra crítico con la gestión de la crisis sanitaria: «Seguramente la naturaleza se está rebelando contra nosotros. El colapso de la sanidad pública italiana es un punto muy doloroso. Nos estamos dando cuenta ahora. Demasiados recortes en el pasado me hacen pensar en un proverbio siciliano: Cuanto más gastas, menos gastas», argumenta el passista nacido en Turín, pero criado en la Toscana, que solo atisba una soluición posible: «Debemos estar unidos, cumplir con la normativa y esperar a que la vacuna llegue cuanto antes».
Después de cinco años en el Movistar Team y otros dos en el Bahrain Merida, afronta su segunda temporada en la estructura de Angelo Citracca y Luca Scinto y comparte equipo con dos ciclistas de la región de Lombardía, la más golpeada por la COVID-19: «Garosio (Andrea) y Frapporti (Marco) viven en la provincia de Brescia, hablamos a menudo y me cuentan que están presenciando una verdadera tragedia».
Visconti cree que dos tipos de ciclistas serán los más afectados por la derivada económica de la pandemia: «Para los ciclistas que están al final de su trayectoria y los jóvenes que están a punto de pasar a profesionales, la pérdida de un año puede significar el final de sus carreras», advierte el transalpino, que espera seguir en activo hasta los 40 años.
«Soy positivo con mi futuro y me siento fuerte todavía. Correré en 2021 y, al menos, hasta 2023. Angelo (Citracca, mánager general del equipo) hace grandes sacrificios y le pone mucha pasión para mantener un equipo competitivo cada año. Yo quiero agradecérselo con buenos resultados», desea Visconti, que no confía demasiado en la viabilidad del nuevo calendario UCI y ya piensa en el próximo año: «Todavía no estamos seguros de si esta temporada, incluso de forma reducida, se podrá desarrollar con normalidad. Si no es así, para 2021 me gustaría centrarme en el Giro, el Nacional, los Juegos Olímpicos y el Mundial».
Tras cuatro años de ausencia, el año pasado en Yorkshire volvió a entrar en la lista definitiva de la selección italiana: «Cassani (Davide) me conoce perfectamente y ha demostrado que confía en mí. Tengo la experiencia necesaria para saber lo que tengo que hacer para merecer la maglia azzura«, confía Visconti, que no considera indispensable militar en una escuadra del World Tour: «No es oro todo lo que reluce y en la máxima categoría hay equipos bajo amenaza de cierre».