Vuelta a Flandes: El ciclismo llega a casa (dorsales)

La Vuelta a Flandes es el segundo Monumento del año ciclista / © Ciclo21

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Inglaterra acogió, en 1996, la Eurocopa de fútbol y para la ocasión la selección anfitriona contó con la canción ‘Three lions’, con ese ‘football’s coming home’ en el estribillo, como himno oficial. Los británicos siempre han estado orgullosos, y así lo dejaron patente en ese himno que acabó por convertirse en el gran éxito del verano del 96 en Inglaterra, de ser los inventores del deporte más influyente del planeta. Si el deporte del ciclismo fuera reivindicado por algún país, ese sería Bélgica y, sin duda, la Vuelta a Flandes sería el momento ideal para ese hipotético cycling’s coming home.

DORSALES OFICIALES

1.300 señalizadores, 300 comisarios, 114 carpas VIP, cientos de miles de aficionados en las cunetas, miles de litros de cerveza –y alguno de agua y refrescos–, centenares de kilos de patatas fritas, unas medidas de seguridad nunca antes vistas en una prueba ciclista, 255,9 kilómetros de recorrido y 18 ascensiones… son sólo algunas de las cifras del más importante evento deportivo anual de aquel país centroeuropeo.

Una vez más, como siempre por estas fechas, cuando ya se han disputado todas y cada una de las carreras de preparación y los grandes especialistas, cada uno por el camino elegido para llegar hasta aquí, han afinado al máximo sus piernas, los motivos de discusión entre los aficionados se reducen a dos: quiénes son los grandes favoritos y, sobre todo (esto es casi como discutir sobre religión), si De Ronde es más bonita que Roubaix o viceversa.

El Infierno del Norte llegará dentro de una semana, así que esa decisión la dejaremos a la elección de cada uno de nuestros lectores. De lo que sí vamos a hablar aquí es lo que nos espera el domingo en la 100ª edición de la Vuelta a Flandes, una efeméride que, sin embargo, no ha propiciado grandes cambios en el recorrido que ya, poco a poco, se va haciendo habitual aunque siguen siendo muchos los que siguen llorando la ausencia del Muro.

Los organizadores, que están convencidos de haber dado con el modelo de carrera que los aficionados desean en este inicio del siglo XXI, no se muestran muy preocupados por buscar acomodo al Muro ya que consideran que las 18 subidas y siete tramos adoquinados del trazado actual son más que suficientes para garantizar la dureza y el espectáculo que un Monumento, el segundo del año, tiene que ofrecer. La salida volverá a estar ubicada en Brujas, una ciudad que –como el resto del recorrido y, en especial, el Viejo Kwaremont– estará blindada por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

La gran novedad de este 2016, que no afectará en nada al plano deportivo, será la inexistencia del tradicional Dorp van de Ronde, que este año será sustituido por una serie de actividades a realizar en lugares icónicos para la carrera como poblaciones donde haya nacido un ganador o un corredor importante en la historia de la prueba.

Con la intención de mantener el Molenberg en el trazado, los organizadores han tenido que sustituir el tramo adoquinado de Holleweg por el de Jagerij, pero esa variación del dibujo no afectará a que la prueba vuelva a decidirse, un año más, en los lugares que ya se sabe que son los importantes de verdad: las tras ascensiones al Viejo Kwaremont y las dos subidas al Paterberg.

Será precisamente el Viejo Kwaremont el que inicice, a falta de 151 kilómetros para el final, el que abra el fuego. Tras él, vendrán Kortekeer (a 141 kms), Eikenberg (133), Wolvenberg (130), Molenberg (118), Leberg (97), Berendries (93), Valkenberg (88), Kaperij (77) y Kanarieberg (70). Tras esta primera ración de ascensos, entraremos en la zona resolutiva de carrera con la segunda subida al Viejo Kwaremont a falta de 54 kilómetros. Tras él, el Paterberg (51) servirá de enlace con el siempre temible Koppenberg (44) al que les seguirán Steenbeekdries (38), Taaienberg (36), Kruisberg (26) y el doblete final del Viejo Kwaremont y Paterberg a 16 y 13 kilómetros de meta, respectivamente.

Por fortuna, este año, al contrario de lo que nos ocurrió en 2015 –cuando Fabian Cancellara y Tom Boonen se quedaron fuera de la disputa de la carrera debido a sendas caídas– ninguno de los grandes nombres de las pruebas adoquinadas se va a tener que perder la carrera debido a la mala suerte. Mención especial, claro está, merece aquí el alemán John Degenkolb, que quedó fuera de combate tras aquel terrible accidente de pretemporada en España.

Hay un nombre, en cualquier caso, que acapara más atención que todos los demás: el de Fabian Cancellara. Espartaco afronta su última presencia en la Vuelta a Flandes y el primero de esos grandes retos con los que, como decía esta pretemporada en una entrevista exclusiva con Ciclo 21, quiere hacer historia en el ciclismo. Si consigue el triunfo, el Expreso de Berna se convertirá en el primer corredor en conseguir cuatro entorchados en la Vlaanderens Mooiste.

Un reto que también está al alcance del que durante gran parte de la última década ha sido su gran rival: Tom Boonen. Tornado Tom también busca ese cuarto triunfo que le convierta –si no lo es ya– en inmortal. El belga no llega tan entonado como el suizo y, sobre todo, lo hace envuelto en la polémica que en las últimas semanas está acompañando a su equipo, el Etixx-Quick Step, que no está siendo capaz de encontrar esa superioridad táctica que le caracterizó en el pasado.

Pero si tenemos que hablar de grandes favoritos por encima de los nombres propios, hay dos que destacan por encima de todos los demás: Greg Van Avermaet y Peter Sagan han demostrado en las carreras previas ser los corredores que mejor llegan al primero de los dos exámenes del año adoquinado. Van Avermaet, es cierto, tuvo que perderse el E3 Harelbeke por un virus estomacal y que no se supo meter en la fuga buena de la Gante-Wevelgem, pero eso no debe de hacer olvidar su genial campaña con triunfos en el Circuito Het Nieuwsblad, y una etapa y la general de Tirreno-Adriático.

Y, aunque se ha sumado tarde a la fiesta, Sep Vanmarcke ha ganado muchos enteros en las apuestas tras las buenas sensaciones dadas en Milán-San Remo y, sobre todo, E3 Harelbeke y Gante-Wevelgem. El de LottoNL-Jumbo está dando sensaciones de fortaleza muy similares a las de 2014 y ha demostrado que, tal y como adelantó en Ciclo 21, ha sabido llegar muy bien de forma al momento adecuado.

El caso contrario podría ser el de Alexander Kristoff, vencedor el pasado año y que tras un inicio de año realmente espectacular en Catar y Omán, ha dado la impresión de haber llegado muy pasado a esta parte de la campaña. Pero el vencedor de la edición de 2015 de la Vuelta a Flandes, que había desaparecido de todas las listas de favoritos hace siete días, volvió a meterse en ellas al dar esperanzas de una resurrección en los 3 Días de De Panne-Koksijde, en los que se llevó la primera etapa y fue segundo en la general.

Oscar Gatto, André Greipel, Geraint Thomas, Niki Terpstra, Tyler Farrar, Edvald Boasson-Hagen, Tiesj Benoot, Jasper Stuyven, Edward Theuns, Daniel Oss, Michal Kwiatkowski, Zdenek Stybar, Lars Boom, Lieuwe Westra o Arnaud Démare, vencedor del primero de los Monumentos del año, son sólo algunos de los nombres que pueden completar esa lista de favoritos.

Todos buscarán la gloria en una Vuelta a Flandes que ha venido, y así se recordará antes de la salida, precedida por la tragedia. Primero, por los atentados perpetrados en Bruselas, tras los que el rey de los belgas ha anulado su visita prevista a la carrera, y luego por la muerte de Antoine Demoitié y Daan Myngheer, dos jóvenes corredores belgas trágicamente desaparecidos a principios de esta misma semana.

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