La Vuelta 2022 no tiene otro gran favorito que Roglic.
Hay una imagen muy celebrada, creo que en la segunda temporada de «El día menos pensado», en la previa de la salida de la Vuelta 202o, en la que, en el bus del equipo, no sé si Patxi Vila o José Luis Arrieta dicen que con Roglic no es necesario contar, que no está entre los favoritos en una aseveración que más de uno estaría presto a desarrollar antes que la Vuelta 2022 arranque de Utrech.
Tras una buena dosis de suspense, un seguimiento casi exhaustivo de su vuelta a la bicicleta y recuperación tras el Tour, Roglic finamente estará en la salida de la Vuelta 2022.
Como sucediera en el bus del Movistar, hace dos años, más de uno se inclinaría a pensar que el esloveno viene a verlas venir, a mí, sinceramente me cuesta creer que Roglic no vaya a estar para disputar la que podría ser su cuarta Vuelta consecutiva.
Este ciclista, del que nos declaramos admirados hace pocos días, sin necesidad de ganar un Tour, no sólo va a llevar el número uno, lo va a honrar como hace con cada carrera en la que toma parte.
Artículo completo en El Cuaderno de Joan Seguidor