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Wiggins asegura que su relación con Cavendish era muy tensa / © Belga
Sir Bradley Wiggins, el ciclista con más medallas (8) de la historia de los Juegos Olímpicos, sigue, años después de su retirada oficial, generando titulares cada vez que le colocan un micrófono delante. Esta vez, en una entrevista concedida al diario belga Het Laatste Nieuws, el británico ajusta cuentas con algunos de los protagonistas de su pasado como Sir Dave Brailsford, Mark Cavendish o Chris Froome.
Una de la revelaciones más sorprendentes de la ya muy conocida mala relación que Wiggo mantiene con buena parte de los que formaron su entorno en sus años dorados es la relativa a la que afecta al que fue su pareja en tres de sus oros mundialistas: Mark Cavendish. Según asegura ahora Wiggins, “la relación con Cavendish siempre fue tensa porque yo le decía las cosas como realmente son. Al contrario que muchos otros, no le iba lamiendo el culo”.
Uno de los momentos más tensos entre ambos, asegura el ganador del Tour de Francia de 2012, llegó en los 6 Días de Gante de 2016, cuando formaron pareja en ‘t Kuipke. “Estuvimos meses sin hablarnos después de aquello”, asegura Wiggo. “Cavendish llevaba un reloj de 300.000 libras y corría para un equipo que cada día regala 10 bicicletas en África. Le dije que por qué no vendía su reloj… que con eso podía comprar toda África”.
Además, recuerda que “Cavendish tiene las manos extremadamente pequeñas, así que ya te puedes imaginar lo complicado que era darnos los relevos”.
Pese a que reconoce que “no nos soportamos”, Wiggins respeta al actual referente del ciclismo británico, Chris Froome, como deportista. “El me odia. ¿Y qué? Es un deportista enorme y será recordado como uno de los más grandes de este deporte”.
Tampoco es mucho mejor la opinión de Wiggins respecto a su antiguo patrón, Sir Dave Brailsford, del que asegura que “se cree el Mesías. No puedo hablar de él sin empezar a decir palabrotas. Si te encuentras a Brailsford en la cama con tu mujer, te hará pensar que son imaginaciones tuyas”. Además, insiste en una de sus afirmaciones más polémicas de los últimos tiempos: su admiración por Lance Armstrong. “Yo tenía 13 años cuando se proclamó campeón del mundo. Aquello cambió mi vida”, asegura Wiggins.
En cuanto a su sueño de volver a unos Juegos Olímpicos, esta vez como remero, Wiggins reconoce que es un proyecto olvidado. “No vais a ver a un remero con un brazo tatuado. [Para ser remero] tienes que haber ido a los colegios adecuados”.
