El exdirector deportivo del equipo Sky Team Sean Yates confiesa en su libro autobiográfico que Bradley Wiggins amenazó con abandonar el Tour de Francia 2012, debido a la actitud agresiva de su compañero de equipo Chris Froome.
Froome provocó una tormenta cuando decidió atacar a su compañero de equipo en la undécima etapa de la ronda gala, en la subida al Col de la Croix de Fer, en lugar de ayudarle a defender el maillot amarillo.
Wiggins reaccionó tarde enviando un mensaje de texto en el que escribía que sería «mejor para todos» si se fuese a casa, según publica Yates en su autobiografía y donde también admite que Froome admitió su rol dentro del equipo. «Froome estaba dispuesto a instalarse en la segunda posición de la general», narra.
Pero aquella jornada supuso una sorpresa para el equipo Sky. «Decidimos, sin ninguna discusión que Froome se quedaría junto a Wiggins hasta los últimos 500 metros, y en ese momento sería libre para atacar si lo deseaba con la idea de que pudiera tomar tiempo con (Vicenzo) Nibali y (Cadel) Evans en la carrera por el segundo puesto, sin poner en peligro el liderazgo de Brad», relata.
Yates dijo que él y Brailsford tuvieron que hablar con Wiggins para que permaneciera en una carrera que finalmente ganó para convertirse en el primer británico en ganar el Tour de Francia.